Para los dos inspectores de Hacienda que comparecieron el pasado jueves en el juicio contra el conocido como "rey de las verbenas", las orquestas no son meros convidados de piedra en todo este proceso. Para ellos está claro que las formaciones musicales también se beneficiaban de la operativa de "Representaciones Lito" que, según detallaron en el juicio, tan solo declaraba al fisco un 8% de las actuaciones que realizaban las orquesta que representaba. Este 8% se correspondían con las actuaciones de estas agrupaciones que eran contratadas por parte de ayuntamientos, televisiones u otras entidades que sí exigían factura por el espectáculo. Unos casos en los que, tal y como destacaba el abogado del Estado, "Representaciones Lito" o las propias orquestas y agentes se olvidaban de la aplicación del mencionado Real Decreto 1435/1985 y sí tributaban IVA por estas actuaciones.
Los peritos de Hacienda fueron claros al considerar que las orquestas deberían actuar como empresas y se sorprendía de que en pleno siglo XXI hubiera empresas que estuvieran funcionando sin un NIF, mientras que la defensa se afanaba en presentar a estas agrupaciones no como un todo, sino como un conjunto de músicos, trabajadores individuales que actuaban de forma autónoma por lo que no era necesaria que cada ente dispusiera de un NIF.
Para Hacienda, está claro "Representaciones Lito no solo defraudaba, daba cobertura a la opacidad del sector, la oficina de Caldas garantizaba la opacidad de las orquestas" y además permitía "potenciarlas" comercialmente con un importante despliegue de medios, escenarios muy "potentes" de tal forma que se jugaba con ventaja con quien quería trabajar en el sector cumpliendo con el fisco, según declararon en el juicio.
