La crisis demográfica no deja de hacerse notar en toda Galicia, con una sangría poblacional y un envejecimiento constante que hace mella en todas las comarcas. No obstante, pese a que Pontevedra también está afectada por ese fenómeno, con un drástico descenso de la natalidad, aún puede presumir de ser la urbe gallega más joven entre los siete principales municipios gallegos y, sobre todo, la única que aún presenta una tasa de envejecimiento positiva, con más menores de 20 años que mayores de 65.
Así se pone de manifiesto en el balance de indicadores demográficos que realizó ayer el Instituto Galego de Estatística (IGE), que compara la densidad de población, la edad media y los porcentajes de población por tramos de edad de todos los municipios gallegos con datos del último año.
Este resumen señala que la edad media en Pontevedra es de 43,2 años, la más baja con diferencia entre las siete principales ciudades. Lugo es la que se sitúa más cerca, con 44,4 años, por delante de los 44,5 de Vigo y los 44,7 de Santiago y ya lejos de las otras tres urbes, por encima de los 45 años: A Coruña (45,9), Ourense, (46) y Ferrol, que sobrepasa los 48 años de edad media de toda su población.
Menores de 20 años
Pero además de esta cifra, a orillas del Lérez se encuentra el censo menos envejecido de todas estas ciudades y hay tres datos que enfatizan esa positiva situación. El primero de ellos es el porcentaje de menores de 20 años sobre el censo total. En Pontevedra un 19% de los vecinos está por debajo de edad, muy por delante de la situación en Lugo (17,5%), Vigo (17,2), Ourense (16,7), Santiago (16,6), A Coruña (16%) y Ferrol, que vuelve a situarse en la cola gallega con menos de un 15% de menores de 20 años.
Además, también es la ciudad departamental la que registra un mayor porcentaje de personas por encima de los 65 años, ya que casi 77 de cada cien están ya en edad de jubilación. En este apartado se produce el segundo dato que muestra la mejor situación de Pontevedra con respecto a las demás urbes.
En la capital pontevedresa menos de 19% de los vecinos tiene más de 65 años, cuando en Lugo y Santiago se supera ligeramente el 20%, en Vigo es casi del 21% y en A Coruña y Ourense se supera el 23.
La comparación de ambos parámetros permite obtener el índice de envejecimiento, es decir, la "relación entre la población mayor de 64 años y la menor de 20 años, es decir, el número de personas de 65 o más años por cada cien menores de 20 años".
Es en esta tasa donde Pontevedra muestra con mayor claridad que la crisis demográfica aún se soporta mejor a orillas del Lérez ya que es la única con una comparación positiva. Un índice del 99,98% refleja que aún hay, por poco, más jóvenes que mayores: Hay 99,98 mayores de 65 años por cada cien menores de 20.
Otras ciudades
En Ferrol la situación es mucho más preocupante, con un índice de casi 180, mientras que en A Coruña se llega a 146. Lugo es la ciudad que más acerca, aunque de lejos, a Pontevedra, con una tasa de 116, mientras que en Vigo se sitúa en 121, por 123 en Santiago. Por su parte Ourense completa la relación con un 144%.
En cuanto al índice de dependencia global Pontevedra aparece en segundo lugar. Esta tasa mide la "relación entre los grupos de población potencialmente dependientes (menor de 15 años y mayor de 64) y el grupo en edad potencialmente activa, entre aquellas dos cifras". En este caso, la capital pontevedresa presenta una tasa del 50,2%, solo por detrás del 50% de Santiago y por delante de Lugo (51%) y Vigo (algo menos de 52). A Coruña, Ferrol y Ourense superan con creces los 56 puntos en esta comparativa.
El Instituto Galego de Estatística también revela que más de seis de cada diez pontevedreses se sitúan entre los 20 y los 64 años, cuando en Ourense apenas es la mitad de todo el censo. Al igual que en el caso de la dependencia global, solo Santiago ofrece un mejor dato, aunque muy poco por encima, que Pontevedra.
