La antigua finca de Malvar, en Mollabao, ya presenta otra "cara" una vez que la inmobiliaria propietaria, vinculada a un banco, atacó una orden municipal de limpieza de esos terrenos y acometió la pasada Semana Santa un adecentamiento general de la zona y procedió a mejorar su cierre perimetral.

Sin embargo, esta labor no frena las quejas de los vecinos de Mollabao, embarcados desde hace meses en una campaña para mejorar la imagen del barrio y denunciar sus deficiencias.

La limpieza de los terrenos de Malvar se produce poco después de dos demoliciones de inmuebles abandonados en la calle Rosalía de Castro, muy cerca de la subida de A Ruibal. En todo caso, la mejora del aspecto exterior del solar no resuelve su futuro y su venta al Concello sigue en el aire.

Este adecentamiento se produjo después de que el gobierno local dictara una orden de ejecución al respecto, dado el estado de abandono y deterioro que presentan estos terrenos. El Concello quiere comprar esos terrenos desde hace dos años pero un trámite burocrático mantiene paralizada la operación.

Este requerimiento municipal, que la inmobiliaria cumplió en poco tiempo, se produjo en pleno debate sobre las deficiencias del barrio, que incluso fue objeto de discusión en un pleno municipal. Entonces, toda la oposición se unió para exigir al Concello mayor atención a la zona, mientras que el BNG esgrimió que la mayor parte de las deficiencias son responsabilidad de otras administraciones, en concreto la Xunta (titular de la calle Rosalía de Castro), Costas, como encargada de los terrenos marítimo-terrestres, Audasa (en el caso de las fincas bajo la AP-9) e incluso Adif, por el paso del tren al Puerto.

Con respecto, a la compra, para crear un parque público pero bloqueada desde hace dos años, el gobierno local confía en que los dueños resuelvan los trámites pendientes en el Registro de la Propiedad.