La pontevedresa O.M.R, que prefiere mantener en la privacidad su nombre verdadero, inició con su marido los trámites de adopción de dos niños hermanos etíopes a finales de 2011. Desde entonces no han recibido noticia alguna al respecto, por lo que ya no tienen la más mínima esperanza de poder ampliar la familia a través de esta vía.
"España trabaja con muy pocos países y lo que yo veo muy mal es que una vez que firmas por uno ya no puedes cambiar, así que si el país cierra y deja de dar menores, como es el caso de Etiopía, te quedas ahí para siempre o tienes que iniciar los trámites desde cero", se lamenta.
En su opinión, "España también funciona fatal". "Es una faena, porque son niños que no tienen otra salida y esos países dicen que están remontando económicamente y sabes que no es así", considera.
Hasta hace poco O.M.R. hacía llamadas periódicas para saber cuál era la situación de su caso, "pero ahora ya dejé de hacerlo, porque te dan largas".
Ella y su pareja solo llegaron a realizar el primer pago para presentar toda la documentación. Si ahora quisiesen cambiar de país tendrían que volver a presentarla de nuevo. "Ya no tenemos esperanza porque está todo completamente paralizado. Y tampoco queremos iniciar el proceso entero porque creemos que es de coña", finaliza.
