Interrupciones del sistema informático, terminales de videoconferencia que no conectan o, como en el caso de ayer, grabaciones que no quedan registradas o se pierden por cuestiones técnicas, son algunos de los problemas tecnológicos más frecuentes que interrumpen los procesos judiciales y que demoran la resolución de las causas.
Pero en ocasiones además de problemas técnicos la propia carencia de herramientas tan básicas para un juzgado como puede ser el sistema de videoconferencia, pueden ralentizar el proceso. Es habitual que en las dos secciones de lo Penal de la Audiencia coincidían a la misma hora juicios que requieren de testimonios tomados por vía telemática. En ocasiones los funcionarios se ven obligados a hacer "encaje de bolillos" para que las declaraciones que se celebraban por videoconferencia no coincidan en el tiempo, dado que tan solo hay un dispositivo que deben compartir las dos secciones.
En otras ocasiones las partes requieren un documento o una prueba que no puede extraerse al momento del expediente informatizado de la causa, porque el ordenador se satura fácilmente y la sala tiene que esperar a que se reinice el equipo.
