La empresa Viaqua, concesionaria del servicio de aguas, continuará al frente de esta labor varios meses más, previsiblemente hasta final de año. La junta de gobierno local acordó ayer la prórroga por un máximo de un año del denominado contrato de gestión indirecta del servicio público municipal de abastecimiento de agua potable, mantenimiento de la red de saneamiento y depuración de las aguas residuales.

Además, el nuevo concurso no se podrá convocar al menos hasta dentro de tres meses, debido a un cambio en la normativa estatal sobre revisión de contratos. Según explicó el portavoz del gobierno local y concejal responsable del Ciclo del agua, Raimundo González Carballo, el Concello ultima la elaboración de los pliegos de condiciones y de los reglamentos del servicio "para sacar la licitación el contrato".

Pero aunque esa documentación estuviera ya lista el Concello "se ha visto obligado" a prorrogar este contrato y lo justifica en la "nueva normativa del Estado que fija las cláusulas de revisión de los contratos que se dio a conocer en este mes de febrero". Según el edil, "solo elaborar el expediente de acuerdo a la fijación de la cláusula de revisión del contrato va a tardar, mínimo, tres meses, lo que nos va a retrasar la adjudicación".

Un año como máximo

"Necesitamos prorrogar el servicio de abastecimiento y depuración hasta que entre en vigor el nuevo contrato, o en la peor de las hipótesis hasta el 28 de febrero de 2018", justo dentro de un año, ya que la adjudicación actual expiraba hoy, último día de febrero.

"Pretendemos que sea el menor tiempo posible, y esté adjudicado en el último trimestre de este año", indicaba el concejal del Ciclo del agua.

Aclaró, en respuesta a las críticas del PP por el retraso de este concurso, que en el Concello "sí fue previsor, pero cambios legislativos obligan a posponer la licitación del contrato. No hay dejación municipal, sino todo lo contrario". Raimundo González también indicó que "llevamos con este contrato más de nueve meses porque estuvimos elaborando los reglamentos del servicio del agua y de saneamiento, los pliegos de cláusulas administrativas, el plan de explotación. Hay mucho andado. Habíamos previsto en febrero sacar la licitación pero fue en esos días cuando salió esta nueva normativa que no solo paraliza el contrato de Pontevedra, sino de todos los que están en marcha hoy por hoy".