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Desde "Pe" a los Nobel para ser español

Tres inmigrantes de Marruecos, Brasil y Pakistán afincados en Pontevedra cuentan cómo superaron los exámenes de cultura e idioma para optar a la nacionalidad en España

Laura Zamorano junto a Saadia El Mellasse, Thais Eliane Maia Menezes y Yasir Mehmood. // Rafa Vázquez

Saber responder a preguntas como "¿Quién es Penélope Cruz?" o "¿Cuál es la diferencia entre las funciones de la Policía Local y la Nacional?" es tan importante para solicitar la nacionalidad española como lo puede ser conocer la Constitución de 1978, la función de las Cortes, la historia y la geografía del país o, en otro orden de cosas, los artistas más famosos, los premios Nobel o las comidas típicas. "Una prueba que muchos españoles no pasarían", asegura Laura Zamorano, trabajadora social de Cruz Roja en Pontevedra.

La ONG ha preparado durante meses a inmigrantes afincados en la ciudad que quieren conseguir la nacionalidad española. Para ello, y a raíz del cambio de la ley en octubre de 2015, tienen que presentarse a uno o dos exámenes, en función de su conocimiento de la lengua. El de cultura y conocimientos constitucionales, CCSE, es común para todos, mientras que el de idioma, DELE, solo lo tienen que realizar aquellas personas que no saben hablar ni entender el castellano.

Plazo de cuatro años

Saadia El Mellasse, originaria de Marruecos, lleva en Pontevedra desde 2003; Yasir Mehmood, de Pakistán, desde 2005, y Thais Eliane Maia Menezes, de Brasil, desde 2014. Los tres han superado ambos exámenes, a los que se tuvieron que presentar en Vigo, el de lengua, y en Santiago, el de cultura. Ahora, tienen un plazo de cuatro años para expedir la nacionalidad.

Hacer las pruebas supone, además, un gasto importante para sus bolsillos, ya que solo la matrícula de la de cultura y conocimientos constitucionales cuesta 85 euros. Por su parte, la de idioma son 124 euros. A mayores, cada uno de ellos tiene que pagar 100 euros para tramitar su expediente más los gastos con su país, una "broma" que puede alcanzar los 600 euros según el caso.

Saadia El Mellasse asegura que para ella lo más difícil ha sido controlar la parte gramatical. Es licenciada en Lengua Islámica, por lo que tiene cierta facilidad para las lenguas, pero aún así reconoce que "escribir bien el español es complicado".

"Lo que más me gusta de España es que aquí hay muchas ayudas y ventajas para aprender. Me gusta aprender", asegura.

Thais Eliane Maia Menezes, psicóloga y bióloga jubilada, se confiesa una enamorada de Galicia, principalmente por su naturaleza. Además, reconoce que aquí se siente mucho más segura que en Brasil. "Aquí una mujer puede estar en la calle más tarde de las diez de la noche, en mi país no", se lamenta.

En su caso, lo más complicado son las similitudes entre su lengua materna, el castellano y el gallego.

"Los profesores aquí son maravillosos. Laura es nuestra psicóloga, nuestra madre, hermana. Lo es todo", dice en referencia a la trabajadora social de Cruz Roja.

"Tú les das las claves, pero ellos tienen que trabajar mucho en casa", dice, por su parte, la aludida.

Yasir Mehmood tiene su propio negocio en Pontevedra, un restaurante de kebab. Antes de llegar a la ciudad pasó por Abu Dabi, Turquía, Grecia, Italia y Francia. "España es el mejor", dice sin dudarlo.

En su país, Pakistán, estudió el Bachillerato y comenzó la especialidad en Medicina, cuando se vio obligado a emigrar en busca de una vida mejor.

Todos ellos reconocen que hay muchos prejuicios hacia sus nacionalidades. En el caso de los países árabes debido al miedo al terrorismo y al desconocimiento de la religión musulmana. Saadia se declara musulmana. "Si se practica el Islam como debe ser, se trataría a la mujer como una reina", asegura.

Thais es consciente de que el hecho de ser brasileña se asocia siempre al prejuicio de la prostitución que rodea a las mujeres de su país y otros de Sudamérica emigradas. "Aquí, lo que siento es que tengo que demostrar más mis estudios, mi formación", afirma.

Todos ellos tienen sus sueños, que pasan, en el futuro más próximo, por conseguir la nacionalidad española. Encontrar un trabajo también es una prioridad. A Saadia, por ejemplo, le gustaría dedicarse a la sanidad. "Me encanta la enfermería, ayudar a la gente", señala. Del mismo modo, Thais ha iniciado los trámites para convalidar sus títulos universitarios, un paso más para su integración total en el país.

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