Marea Pontevedra, único grupo municipal que se opone al plan de Portos de Galicia para el dragado del Lérez, ha formulado alegaciones contra el proyecto por el "peligro ambiental" que supondrá esta actuación, también cuestionada, por los posibles efectos en su trabajo, por algunas cofradías. Mientras estos últimos colectivos ya han recibido explicaciones y garantías por parte de Portos, el portavoz de Marea Pontevedra, Luís Rei, insiste en que el dragado es "peligroso e inútil, ya que hablamos de una actuación muy agresiva y costosa que no soluciona ninguna problemática, pues el río seguirá sedimentando en las mismas zonas mientras no circule por su cauce natural".

Marea subraya que en los cinco kilómetros de fachada litoral del municipio "hay numerosas agresiones ambientales" y cita, entre otras, el enlace de la AP-9, la autovía de Marín, Ence y Elnosa, el tren al puerto y los rellenos portuarios, así como diversas concesiones de Costas aún en funcionamiento. Subraya también que "la Comisión Europea lanzó la voz de alarma por el proceso de deterioro que padecen la ría de Pontevedra y el río Lérez", por lo que lamenta que "en lugar de abordar estos impactos y revertir la situación, desde el ente autónomo Portos de Galicia se formula un dragado en un total de 3.200 metros lineales por el canal de acceso a un puerto deportivo de escasa utilidad".

Insiste en que "dragar es caro, inútil y contraproducente e implica graves los daños para el ecosistema, entre otras razones, porque el río no solo es el agua que se observa. Si lo que se quiere es limpiar el río, las crecidas son las que limpian, y si existen construcciones de dudosa legalidad o de impacto ambiental grave, lo que hace falta es desmantelarlas".

La finalidad del proyecto, como se especifica en la convocatoria, es la recuperación de los calados dentro del canal del río para mejora de la operatividad y seguridad en el canal de navegación, que permite el acceso al puerto deportivo. Este argumento es el que esgrime Marea para criticar que la obra "solo beneficiará a una entidad", el Club Naval, si bien este dragado también ha sido reclamado por los mariscadores del fondo de la ría con el fin de regenerar algunos bancos ahora no aprovechados.

Con respecto a este último apartado, Rei señala que "La zona destinada a la colocación de residuos se sitúa en el interior de la ría de Pontevedra, en Campelo y sudoeste de Tambo, espacios donde se generan importantes recursos pesquero-marisqueros, por la presencia de los bancos marisqueros del fondo de la ría. La finalidad de un proyecto en el río y en la ría que pretenda lograr unos objetivos ambientales, siempre tendría que prever la recuperación de esas zonas, no darlas por perdidas y verter sedimentos sobre ellas".

Como alternativa, aboga por la incorporación de Tambo al parque de las Illas Atlánticas, una medida que "produciría beneficios económicos de mayor rendimiento en la actividad turística que no se tienen en cuenta. Como tampoco se tiene en cuenta que la recuperación futura de las zonas contaminadas produciría un beneficio económico en la actividad pesquera marisquera", concluye.