El Puerto de Marín continúa encadenando varios ejercicios con subidas históricas, tanto en el registro global de sus mercancías como en el tráfico de carga contenerizada.
Así, registró una subida final del 73,62 por ciento en sus tráficos de contenedores durante 2016, al igual que hizo en 2015 con respecto a 2014 con un incremento en esta ocasión del 41,32 por ciento, según explica el presidente de la Autoridad Portuaria de Marín, José Benito Suárez Costa.
Precisamente para el tráfico de mercancía en contenedor, la terminal de Marín se ha dotado recientemente de una grúa Post-Panamax que complementa el equipamiento de Termarín (terminal de contenedores del Puerto de Marín).
Terminal
La grúa fue adquirida por el Grupo Pérez Torres, concesionario de la terminal marinense y llegó procedente del puerto italiano de La Spezia. El Grupo Pérez Torres refuerza de este modo su apuesta por el tráfico de contenedores en el Puerto de Marín.
La adquisición de una grúa Post-Panamax se enmarca dentro de su plan de inversiones con el objetivo de seguir incrementando la capacidad operativa de la terminal. Esta grúa mejora el rango de elevación de las dos ya existentes y permite operaciones más rápidas y con buques de mayor porte. Además, incorpora un sistema de "twin spreader" (sistema elevador de contenedores), que permite la descarga de dos contenedores de 20 pies llenos de forma simultánea.
Al igual que para otras mercancías con las que cuenta con operadores y medios específicos, el Puerto de Marín también está altamente especializado en el tráfico de contenedores tanto para carga seca como refrigerada. Para ello cuenta con un atraque de 500 metros de longitud, más de 500 conexiones reefer, zona de consolidación y desconsolidación, almacenes cubiertos, nuevas reach stackers (vehículo elevador para mover contenedores) con capacidad de elevación a 5 alturas, zona de lavado y reparación de contenedores frigoríficos, etc.
Este puerto marinense dispone además de otros servicios añadidos que otorgan agilidad a las operaciones de los grandes buques como el Puesto de Inspección Fronteriza o la conexión ferroviaria directa, que consolida al Puerto de Marín como puerta de entrada de mercancías en Galicia.
