Manuel Cabada, un veterano del Entroido al que lleva vinculado más de 40 años, será este año el pregonero del Carnaval pontevedrés. La elección, señaló la concejala de Fiestas, Carmen da Silva, constituye "un reconocimiento a su larga trayectoria", en la que ha colaborado en la confección del loro Ravachol, formó parte de la comparsa Shibaritas y desde hace 25 años es una de las cabezas más visibles del Concurso de Murgas.

Hasta el Concello, donde fue presentado, se acercó ayer vestido con chaqueta y adornado con una flor de camelia en el ojal. Fue un guiño al desaparecido erudito Antonio Odriozola, del que se disfrazó hace 33 años coincidiendo con la primera ocasión en la que el Carnaval pontevedrés salió a la calle.

En su presentación tampoco faltaron la turuta ni las maracas, los instrumentos de los que hace uso año a año en el Concurso de Murgas para, acompañado de los integrantes de su agrupación humorística, los PTV, parodiar la realidad.

"No dudé ni un momento" en aceptar el ofrecimiento para ser pregonero, explicó Manuel Cabada a propósito de una elección que considera "un honor muy grande". Hizo a continuación un repaso de su trayectoria en el Carnaval donde, recordó, "empecé siendo muy pequeño. Recuerdo los festivales en el cine Coliseum y que el Entroido estaba oculto en las sociedades. Después se fue introduciendo en otros locales como las discotecas Daniel, Shiva, Atlántida, Equus, donde hacían concursos de disfraces; nosotros siempre ganábamos algo porque los propietarios sabían que había efecto retorno, que nos lo gastábamos todo en copas", bromeó.

En 1984 también participó en la primera salida del Carnaval pontevedrés a la calle. Sus compañeros de comparsa decidieron disfrazarse de corporación y ocuparon todos los cargos, así que optó por vestirse del pregonero, Antonio Odriozola, con una calva gafas, pajarita, traje gris, cartera portapapeles? Le sorprendió "lo querido que era" el bibliófilo, "abríamos el desfile y todas las personas me saludaban: buenas tardes, don Antonio; hice el desfile prácticamente saludando".

El propio erudito tampoco ocultó su asombro al ver la similitud y solo le encontró una pega: la cartera de Manuel Cabada, a diferencia de la suya, se cerraba con cremallera.

"Después de ese año había que hacer una compasa, la primera se llamó Juno" y a instancias de Pepe Shiva se elaboró el primer loro Ravachol. El trabajo en esos años, recordó, "era tremendo, reuníamos hasta 3.000 y 4.000 plumas, las íbamos a buscar a los mataderos, apestaba el salón de ensayos".

Durante una década formó parte de la comparsa Shibaritas, que integraban 110 pontevedreses. A instancia de uno de sus miembros, Juan Gómez Cuerpo, "cambió de idea por algo más cómodo, el teatro y tras abarcar todas las facetas del Carnaval creo que la más compleja pero con la que más se disfruta es con las murgas".

De hecho compite desde la primera edición en el Concurso de Murgas. Su grupo, con distintos nombres, ha cosechado alrededor de 12 premios. "Disfrutamos muchísimo participando", reconoció antes de hacer votos porque el certamen se amplíe en el futuro a agrupaciones procedentes de otras comarcas para que, al igual que el Desfile de Entroido, se convierta en la principal referencia de la provincia.

"No hay otro concurso como éste", destacó, "que no son solo letras picantes, puesta en escena y música sino un poco de todo".

Este veterano leerá el próximo día 24 el pregón. Será a las 21 horas en el transcurso de una fiesta que arrancará una hora antes con una degustación de filloas y que estrena emplazamiento en la plaza de A Ferrería. En adelante, una larga semana de fiesta, gastronomía y excelente humor.