La Dirección General de Tráfico (DGT) impuso el pasado año en la provincia de Pontevedra un total de 183 multas a ciclistas. Se trata de cuatro veces más denuncias que la media de los últimos cuatro años, según los datos de la Jefatura Provincial a los que tuvo acceso la asociación Pedaladas. El objetivo de este colectivo ciclista al difundir estas estadísticas es, principalmente, recordar que los usuarios de este vehículo también deben cumplir una serie de normas de circulación y que están expuestos a sanciones, multas que ellos aplauden, al entender que, al igual que ocurre con los conductores de vehículos a motor, las denuncias no tienen un afán recaudatorio sino formativo, por lo que servirán para corregir conductas inadecuadas.

De hecho, desde Pedaladas destacan que el incremento tan importante del número de denuncias que se produjo el pasado año en las carreteras de la provincia se debe, por un lado, a un mayor uso de la bicicleta por parte de los pontevedreses, pero también a una petición expresa realizada desde esta agrupación para que los agentes aumentasen la vigilancia sobre los propios ciclistas.

38 positivos por alcohol

Los principales motivos de infracción fueron, por este orden, la no utilización del casco (65 denuncias), circular bajo los efectos del alcohol y las drogas (38 sanciones), circular con auriculares (21 denuncias), no someterse a las pruebas de alcoholemia (8 denuncias) y circular sin luces o reflectantes. En cuanto a la no utilización del casco, Pedaladas recuerda que este es obligatorio en todas las vías interurbanas y para todos los menores de 16 años en ciudad, aunque señalan que su uso es "aconsejable para todos " siempre.

En cuanto al alcohol y las drogas, recuerdan que las tasas permitidas son exactamente las mismas que para los conductores de vehículos a motor. Aunque en el caso de los ciclistas, la multa no implica pérdida de puntos si se tiene el carné de conducir, sí conlleva la misma sanción económica. Esta es la segunda causa más repetida de multa a los ciclistas y desde Pedaladas creen que esto se debe a que "hay muchas que no saben que también tienen la obligación de hacer un control cuando usan una bicicleta, igual que cuando utilizan un coche". También se da el caso de personas que pierden el carné de conducir y cambian el coche por la bici.

El uso de auriculares es otra infracción relativamente frecuente, con 200 euros de multa. Se trata de una actitud "peligrosa" dado que hace que el ciclista vea anulado el sentido del oído, fundamental en carretera. Recuerdan también la obligatoriedad de portar luces y elementos reflectantes entre la puesta y la salida del sol.