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Os Gafos cumple 15 meses a la espera de que la Xunta ratifique su rango de espacio natural

La Consellería de Medio Ambiente, que en 2013 aceptó una declaración provisional, no respondió aún al plan de conservación que el Concello aprobó en noviembre de 2015

El río de Os Gafos no acaba de ver reconocida de forma oficial y definitiva su rango de Espacio Natural de Interés Local (ENIL). Declarado como tal en diciembre de 2013 pero tan solo de manera provisional, la Consellería de Medio Ambiente aplaza desde hace quince meses la ratificación de esa declaración. Fue en noviembre de 2015 cuando el Concello envió a la Xunta el obligatorio plan de conservación de esta área protegida que serviría de base para elevar a definitivo el decreto inicial.

Fuentes municipales confirmaron ayer que desde entonces no volvieron a tener noticias de la consellería. Consultado al respecto el departamento de Medio Ambiente durante la mañana de ayer, no hubo respuesta alguna en toda la jornada.

Por el momento, esta consellería, cuyo servicio de Augas de Galicia ya descartó en su día ejecutar el proyecto de saneamiento del río, ni siquiera ha expuesto aún al público el plan de conservación elaborado por el Concello hace más de quince meses, una paralización que preocupa a los voluntarios que pelean desde hace años por este objetivo y que impide convertir a Os Gafos en el segundo ENIL del municipio tras la Xunqueira do Alba, que fue aprobado definitivamente en 2012.

La lentitud para resolver las últimas fases de esta declaración no es nueva. Ya se experimenta desde el mismo día en el que el Concello, por iniciativa del PSOE, solicitó esta declaración, en abril de 2011. Hasta dos años y medio después (tras una exposición inicial al público en noviembre de 2012) no se adoptó la decisión provisional, que obligaba al Concello a elaborar un plan de conservación en el plazo máximo de dos años. El gobierno local agotó ese tiempo y aprobó el documento en noviembre de 2015. Desde entonces Medio Ambiente no ha dado más pasos.

El plan municipal de conservación detalla las "actividades permisibles y limitaciones necesarias en el ámbito afectado. Entre las directrices básicas, además de prohibir vertidos, podas y talas indiscriminadas y otros ataques a la fauna y la flora, el documento hace referencia al sendero fluvial que recorre toda orilla del río y que está pensado "para un uso peatonal, por lo que la utilización de bicicletas o de otros vehículos se debe limitar.

47 hectáreas

El área de este ENIL suma una 47 hectáreas desde el límite con Vilaboa hasta la estación de autobuses. Medio Ambiente justificó en su día la declaración provisional en que "el interés natural radica fundamentalmente en la presencia de diversidad vegetal, predominando en su mayor parte las especies autóctonas" y añadía que "la razón principal para realizar esta declaración de espacio natural es la conservación de una zona con un alto valor ecológico y paisajístico, a nivel local, con especies representativas desde el punto de vista botánico y entomológico, así como también una gran riqueza ornitológica. También hay que destacar su bosque de ribera formado por fresnos y alisos cuyas raíces evitan la erosión de los lechos fluviales, todo esto en una zona muy cerca de la ciudad". Recuerda también que "la fauna, la flora, el patrimonio arqueológico y el paisaje, entre otros aspectos, configuran un conjunto paisajístico y natural merecedor de una protección especial".

Queda al margen todo el tramo urbano y un poblado chabolista ubicado en sus márgenes en la calle Otero Pedrayo.

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