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Preocupación por un proyecto de importancia vital para el marisqueo

El dragado del Lérez tendrá fuertes medidas para evitar que los lodos afecten a otras zonas de la ría

Técnicos de Portos expusieron a las cofradías y a los sectores más preocupados por esta actuación, como es el de la navaja, diversos detalles de la ejecución del proyecto, como el uso de boyas para medir la turbidez o ecodragas

Reunión entre los técnicos de Portos, los patrones mayores de la ría, las asistencias técnicas de las cofradías y el sector de la navaja. // G.S.

Técnicos de Portos de Galicia intentaron ayer rebajar el nivel de preocupación existente entre algunos sectores productivos de la ría de Pontevedra por el posible impacto negativo que pudiera tener sobre los bancos marisqueros y pesquerías de un proyecto de semejante envergadura como es el dragado del Lérez. Una preocupación, por otra parte, lógica, dado que se trata de una actuación que va suponer la retirada y traslado de 330.000 metros cúbicos de lodos a lo largo de 4,3 kilómetros de la desembocadura del río hacia otros dos puntos de la ría.

Para ello, convocaron a una reunión en la sede del ente portuario en Pontevedra con la participación del sector marisquero y pesquero, representado por los patrones mayores, las asistencias técnicas de los pósitos, y también con presencia de los sectores más preocupados por esta intervención, como eran los mariscadores que se dedican a la extracción de navaja. Los técnicos de Portos explicaron de forma detallada durante toda la mañana, las técnicas que se van a utilizar para la retirada y reubicación de sedimentos. Unos trabajos que además van a contar (a petición de las cofradías del fondo de la ría, que desde el inicio están inmersas en todo el desarrollo del futuro dragado) con fuertes medidas para evitar, o al menos controlar, que la turbidez que pueda generarse por la retirada de sedimentos y, sobre todo, por su descarga en determinados puntos de la ría, suponga un perjuicio para los bancos marisqueros en los que trabajan los pósitos y para el sector del mar en general.

Técnica "novedosa"

Así, por ejemplo, patrones mayores como María del Carmen Vázquez explicaban que desde un principio se solicitó a Portos medidas como la utilización de una ecodraga, evitando la descarga de los sedimentos retirados a cántara abierta, es decir, desde la superficie. Y es que las corrientes podrían arrastrar los lodos en suspensión más ligeros a otras zonas de la ría creando problemas. El patrón mayor de Portonovo, José Antonio Gómez, también valoró positivamente esta fórmula "novedosa" de descarga del sedimento mediante tuberías directamente al lecho marino, minimizando la posibilidad de que el lodo pueda desplazarse fuera de las zonas previstas por los técnicos.

Las cofradías también demandaron poder contar con información detallada en tiempo real de cómo se va desarrollando el dragado. Para controlar el posible arrastre de lodos a zonas no previstas, se instalarán boyas para medir la turbidez que permitirían detener los trabajos en caso de que se detectase algún tipo de anomalía. Otra de las medidas que Portos también parece estar dispuesto a asumir es que el sector del mar pueda contar con un representante en una comisión de seguimiento en cuanto se inicien los trabajos para disponer de toda la información necesaria al respecto.

Quizá la mayor preocupación existía entre colectivos de la zona exterior de la ría que hasta ahora habían tenido una participación menos directa en el diseño de este proyecto del dragado. Así el patrón mayor de Portonovo dejó el encuentro "satisfecho" con las explicaciones de los técnicos de Portos a la espera de que ahora todo se desarrolle según las previsiones expuestas a las cofradías. Por su parte, el patrón mayor de Bueu, José Manuel Rosas, señaló como uno de los aspectos más "positivos" el hecho de que fuese el propio sector, lógicamente "preocupado" ante un proyecto de esta magnitud, el que escuchase de boca de los técnicos de Portos las explicaciones sobre las técnicas que se van a emplear en el dragado, algo que a veces los dirigentes de los pósitos no son capaces de transmitir con tanta exactitud. "Según los argumentos que se dieron allí, si de verdad sale así, no debería de haber problema", explicó Rosas.

El máximo responsable del pósito buenense insistió en que la cofradía "para nada está en contra del dragado del Lérez", aunque considera que entra dentro de lo normal la preocupación que puedan surgir entre diversos sectores por actuaciones que pudieran alterar, como consecuencia del arrastre de lodos, la forma que tienen de ganarse la vida. "Es normal que la descarga de 250.000 metros cúbicos de fango al lado de la isla de Tambo cree algún temor", explicó.

En la reunión se volvió a incidir en aspectos ya conocidos, como es precisamente el de las zonas de descarga de los sedimentos que se retirarán de la desembocadura del río. Aquellos que sean aprovechables serán utilizados para recuperar un banco marisquero en la zona de Campelo y el resto de los lodos serán depositados en una zona próxima a un emisario submarino en el sur de la isla de Tambo.

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