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Evolución demográfica de la comarca en la última década

El 30% de todas las parroquias tiene menos de 300 habitantes y solo 17 ganaron población desde 2007

El trasvase del rural hacia los cascos urbanos de los municipios y del interior a la costa se agudiza -De los 124 territorios de toda la comarca, trece cuentan ya con menos de 150 vecinos, cuando hace diez años solo eran seis

Una vecina de Ponte Caldelas camina por la zona rural próxima al casco urbano del municipio. // G. Santos

Los catorce municipios que conforman la comarca de Pontevedra suman, a día de hoy, 189.549 habitantes, apenas 500 más que hace una década, pero ese exiguo crecimiento se concentra en una porción muy pequeña de todo el territorio comarcal. Si el análisis por municipios pone de manifiesto que aún hay siete (Pontevedra, Barro, Caldas, Moraña, Poio, Sanxenxo y Vilaboa) que resienten en mayor o menor grado la caída demográfica que arrasa a toda Galicia, si se profundiza en los datos de las 124 parroquias de toda la comarca se comprueba que la crisis población es aún más grave y acelera el despoblamiento del rural, a favor de los cascos urbanos, y del interior en beneficio de la costa.

Incluyendo las zonas urbanas (especialmente la ciudad de Pontevedra) como unidad parroquial, los 14 municipios suman 124 parroquias y solo diecisiete de ellas han visto aumentado su censo desde 2007 y en la mayoría de los casos ese crecimiento se circunscribe a lo que puede denominarse el "centro neurálgico" de cada municipio. En este apartado destaca el casco urbano de Pontevedra, ya que la totalidad de sus parroquias rurales ha visto menguada su población en la última década. También crecieron Arcos da Condesa y San Tomé de Caldas, Curro y Perdecanai en Barro, Viascón en Cerdedo-Cotobade, Escuadra en A Lama, Combarro, San Xoán, San Salvador y Raxó en Poio y Adina, Arra, Bordóns, Dorrón, Noalla y Padriñán en Sanxenxo.

En cambio, el 86% de estas unidades territoriales ha perdido vecinos en estos diez años y 38 de ellas (alrededor de un 30%) ya cuenta a día de hoy con menos de 300 vecinos. Hace una década eran 35 las parroquias por debajo de esa barrera. Pero el panorama es aún más desolador si se reduce el listón a los 150 habitantes, un límite que no alcanzan 13 parroquias, con cuatro más en el límite. Hace diez años solo había seis por debajo de los 150 residentes. Entre los casos más drásticos figuran Morillas, en Campo Lameiro, con 49, Parada, en Cerdedo-Cotobade, con 40, o Cosoirado, en Moraña, con 48 vecinos. En situación "precaria" aparecen Montes, en Campo Lameiro; Corredoira, Caroi, Rebordelo y Valongo (en Cotobade); Xende y Gaxate en A Lama; y Castro Barbudo y Forzáns en Ponte Caldelas, en riesgo que quedar en pocos años por debajo de los cien vecinos.

En el otro lado de la moneda apenas 14 parroquias aún superan a día de hoy los 2.000 censados y son en su mayor parte aquellas áreas de los municipios donde se concentran los principales servicios. Ocurre en San Tomé de Caldas, Santa María de Cuntis, San Xoán y San Salvador de Poio o Santa Eulalia de Ponte Caldelas. En Pontevedra solo Lourizán, Marcón y Salcedo están por encima de ese límite y caso especial lo constituye Marín, el único municipio con un casco urbano grande y definido y ubicado en la costa que pierde población de forma sistemática, con mil habitantes menos que hace una década. Solo San Xulián, además del centro urbano, supera los dos mil habitantes.

Otro fenómeno llamativo se registra en Poio y Sanxenxo, donde esa barrera se rebasa en casi todas las parroquias y crecen en población en un fenómeno contrario al de Marín. En el primer caso, sus cinco municipios cuentan con más de mil habitantes, especialmente San Xoán y San Salvador, que pasan de los 5.500 en cada caso. En Sanxenxo, con tres cascos urbanos definidos, se reproduce esta concentración de vecinos. Adina (de la que forma parte Portonovo), Padriñán (el casco de Sanxenxo) y Vilalonga encabezan el ranking demográfico, en el que también se encarama Noalla.

Exenciones fiscales

Con el objetivo de poner freno a este declive demográfico, la Xunta acaba de poner en marcha una exención fiscal por la compra de vivienda habitual en 89 parroquias del rural de la comarca, es decir, el 73% de todas ellas. Municipios como Barro (seis parroquias), Campo Lameiro (seis), Cerdedo-Cotobade (ocho en el primero y 13 en el segundo), Cuntis (8), A Lama (10), Moraña (9) y Ponte Caldelas (9) resultan beneficiados en su totalidad, pero no ocurre lo mismo en los otros seis concellos.

Así, en Pontevedra se incluye la mitad de sus parroquias (Alba, Verducido, Bora, A Canicouva, Cerponzóns, Santa María y San Andrés de Xeve y Verducido), pero no otras ocho: Campañó, Mourente, Lérez, Lourizán, Marcón, Pontesampaio, Salcedo y Tomeza.

En Marín solo se admite una parroquia, la de San Tomé de Piñeiro, al igual que en Poio (Samieira), de modo que siete territorios marinenses y cuatro poienses no se benefician de estas exenciones. En Caldas se integran seis pero no otras tres, eliminadas de los beneficios. Se trata de Bemil, San Tomé de Caldas y Santa María de Caldas. Más drástico es el caso de Sanxenxo y Vilaboa, que no figuran en modo alguno en el decreto. Ninguna de sus parroquias (siete en el primer caso y cinco en el segundo) forma parte de la relación divulgada por la Xunta.

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