Los vecinos de Meis que sufrieron daños en sus propiedades durante el paso del temporal "Kurt" saben hoy tanto como el domingo de cómo se solucionarán sus problemas. Y eso que la corporación municipal celebró ayer un pleno extraordinario.

Pero fue una sesión completamente prescindible, en la que los únicos aspectos prácticos -editar un bando sobre los pasos a seguir para reclamar a las aseguradoras o a las compañías eléctricas- han quedado supeditados a que el Ayuntamiento envíe un informe sobre los daños a la Xunta, y a que la Xunta responda.

El pleno empezó 20 minutos tarde, y terminó en apenas un cuarto de hora. Hubo en todo momento buenas palabras y diálogo por parte de los políticos, pero medidas prácticas ninguna. Es más, el alcalde ni siquiera dio una explicación de los destrozos que ha provocado "Kurt" en el término municipal, ni los dos partidos de la oposición se las pidieron. No se habló, por tanto, ni de medidas urgentes para la retirada de la uralita de los galpones que no estaban asegurados; ni de la precaria situación en que ha quedado el pozo de bombeo de agua potable de Paradela; ni del hecho de que todavía haya algunas aldeas que están sin alumbrado público. Tampoco nadie mencionó, ni siquiera de pasada, la posibilidad de pedir la declaración de zona catastrófica. La sesión fue tan vacía de contenido que el regidor tardó poco más de un cuarto de hora en darla por terminada.

Meis fue uno de los municipios de la provincia de Pontevedra más afectados por el paso del temporal "Kurt", el 3 de febrero. Los vientos huracanados provocaron destrozos en al menos cinco parroquias del Ayuntamiento, siendo especialmente graves en las de Armenteira, San Martiño y San Salvador.