La alerta lanzada por los Bomberos de Pontevedra acerca del deterioro de la marquesina del puente da Barca y el riesgo para los peatones por el desprendimiento de sus chapas ya ha dado sus primeros frutos. Además de que la Xunta, titular del viaducto, ya ha enviado a sus brigadas de mantenimiento a realizar las primeras reparaciones, ayer mismo hubo las primeras conversaciones con el Concello de Pontevedra para analizar el estado del puente y decidir qué hacer con esa cubierta. Tanto fuentes municipales como el propio delegado territorial de la Xunta, José Manuel Cores Tourís, aseguraron ayer que en las próximas semanas se elaborará un proyecto de actuación, si bien no está decidido si se restaurará la marquesina actual, se suprime o se cambia por otro sistema hasta disponer de todos los análisis técnicos al respecto.

Este asunto se deriva de los fuertes temporales del pasado fin de semana, que desprendieron chapas de la cubierta que obligaron a cortar el paso por el propio puente e incluso por el tramo de autopista que discurre bajo él. Los Bomberos elaboraron un informe que dice que la marquesina presenta un "grave deterioro" que "pone en riesgo" el paso de peatones e incluso coches en jornadas de fuerte viento. Alerta de que "la estructura de madera que conforma las marquesinas peatonales se encuentra en un estado precario". y añade que "los elementos de iluminación están deteriorados casi en su totalidad, representando un riesgo de desprendimiento y de electrocución" y que "las piezas metálicas que componen la cubierta presentan un estado inestable", todo ello por "falta de mantenimiento". Por ello, se subraya la "necesidad de inspección urgente por parte de la administración correspondiente; el inicio de los trabajos de fijación de urgencia del material inestable y la interrupción del paso peatonal si no es posible garantizar la seguridad de los usuarios".

Estas recomendaciones de los Bomberos son las que se llevarán a cabo en los próximos días, si bien Cores Tourís recordó ayer que la Xunta es la responsable del propio puente y de su marquesina de madera, pero el apartado del alumbrado público corresponde a los concellos de Pontevedra y Poio, cada uno en su mitad del viaducto.

Tourís también apuntó que el informe de los Bomberos aún no ha llegado oficialmente a la Xunta, aunque fue remitido por el Concello el pasado martes y con él en la mano se inspeccionará el estado del puente y de la cubierta.

El gobierno local insiste en que ante un nuevo aviso de temporal no se descarta cerrar el paso de peatones e incluso de coches y se muestra partidario, de entrada, de eliminar la actual marquesina. El concejal César Mosquera decía el miércoles que su estado era un "auténtico riesgo" para los peatones. El Concello pretende desde hace meses la peatonalización, al menos parcial, del viaducto, para canalizar el tráfico por el de As Correntes, pero la Xunta rechaza de plano tal posibilidad.