Operarios de mantenimiento de carreteras de la Xunta iniciaron en la tarde de ayer trabajos de reparación de los desperfectos que presenta la marquesina de madera y metal del puente de A Barca, seriamente dañada por los temporales del pasado fin de semana. Estos "remiendos" se producen cuatro días más tarde de que el viento levantara por los aires las chapas de la cubierta del viaducto y unas horas después de que los Bomberos de Pontevedra alertaran del "grave deterioro" que presenta esa estructura. Un informe de este servicio, en el que se reclama una intervención urgente por los fue enviado el pasado martes a la Xunta, titular del puente, y en la mañana de fue desvelado por el gobierno local. Por la tarde llegaron al puente los operarios de la Xunta.

Según el informe de los Bomberos, la marquesina que desde hace años cubre las aceras del puente de A Barca presenta un "grave deterioro" que "pone en riesgo" el paso de peatones e incluso coches en jornadas de temporal como las registradas el pasado fin de semana. En el documento se reclama la adopción de medidas al respecto, una petición que refrenda el gobierno local, que no descarta incluso prohibir el paso por el viaducto si se repiten episodios adversos que "pongan en peligro" a las personas.

El informe alerta de que muchas de las vigas de madera están podridas y las sujeciones de la cubierta presentan tal deterioro que "carece de resistencia" ante los vientos fuertes, como ocurrió en la madrugada del viernes, cuando los Bomberos tuvieron que acudir a asegurar la estructura y el puente permaneció cortado varias horas al desprenderse numerosas chapas. Los problemas incluso afectaron a la circulación por la autopista, que discurre bajo el puente.

El concejal de Infraestruturas, César Mosquera, explicó que el problema ya fue comunicado verbalmente por el alcalde, Miguel Fernández Lores, al presidente de la Xunta. Alberto Núñez Feijóo, en la entrevista institucional que ambos mantuvieron el pasado viernes, y el martes se refrendó el aviso con el envío del citado informe de los Bomberos.

Ese informe, firmado por el nuevo jefe del servicio, que además es arquitecto, subraya que entre el viernes y el sábado los bomberos recibieron al menos cuatro veces llamadas de emergencia por el desprendimiento de piezas de esa cubierta. Detalla que "realizada una inspección visual" se comprueba que "la estructura de madera que conforma las marquesinas peatonales se encuentra en un estado precario". Añade que "los elementos de iluminación están deteriorados casi en su totalidad, representando un riesgo de desprendimiento y de electrocución" y que "las piezas metálicas que componen la cubierta presentan un estado inestable", todo ello por "falta de mantenimiento".

El informe se acompaña de un detallado dossier fotográfico con las deficiencias de esa cubierta, las reparaciones realizadas por los Bomberos en sus sucesivas intervenciones y el deterioro del alumbrado. Por ello, alerta de la "necesidad de inspección urgente por parte de la administración correspondiente; el inicio de los trabajos de fijación de urgencia del material inestable y la interrupción del paso peatonal si no es posible garantizar la seguridad de los usuarios".

Por su parte, Mosquera emplaza a la Xunta a "adoptar de inmediato alguna medida" al respecto, si bien no aclara si debería ser eliminar la actual marquesina, que se instaló hace años para proteger a los peatones del viento y la lluvia, o cambiarla por otra solución. Sí subraya, en todo caso, que este aviso "no tiene nada que ver" con la vieja demanda del gobierno local de que se peatonalice el puente de A Barca o, al menos se restrinja el tránsito rodado.