El derribo del edificio en ruinas situado enfrente del Hotel Don Pepe, en el número 19 de Avenida da Barca, tendrá que ejecutarse en un plazo de 5 días, según indicó el Concello de Poio a la empresa adjudicataria de los trabajos. Así, el próximo sábado la obra debería estar terminada, según indicó ayer el alcalde de Poio, Luciano Sobral, quien se encargó de solicitar a la empresa que "agilice" los trabajos, para causar las menores molestias posibles sobre el tráfico.

El ayuntamiento tuvo que cortar un carril de circulación en la avenida da Barca para realizar estas obras, con lo que el tráfico procedente de Pontevedra fue desviado por O Vao y por A Caeira.

Solo se permite acceder desde el puente de A Barca y con esta dirección al tráfico local y de servicios a la calle. Aún así, no se registraron problemas de importancia en la circulación rodada, con la excepción de momentos puntuales a lo largo de la jornada de ayer.

La Policía Local señalizó y reguló el tránsito de la circulación por estas vías alternativas, como lo seguirá haciendo hoy y durante los días en los que se desarrolle la obra.

El gobierno local, que a primera hora de ayer demandó a la empresa que destinase más medios a esta obra para agilizar los trabajos, confía en que el próximo fin de semana se pueda restablecer el tráfico en los dos carriles de la avenida da Barca. "Esa es nuestra intención, pero todo dependerá de cómo se desarrollen los trabajos y de que la empresa cumpla los plazos", matizó el alcalde de Poio.

La demolición de este edificio en ruinas, que llevaba muchos años apuntalado con los consiguientes riesgos, obliga a mantener cerrado ese tramo de un carril de la PO-308. Concello y Policía Local acordaron liberar para la circulación de vehículos el carril más alejado de la edificación, ya que la obra solo tendrá que invadir el que va dirección a O Grove.

Rutas alternativas

De este modo, la idea de la ruta alternativa en A Barca pasa por dirigir a los vehículos en la rotonda de A Barca hacia la subida de A Caeira para, una vez allí, coger la rotonda de Campañó y girar hacia la izquierda, en dirección Poio. De este modo, los vehículos saldrán directamente a la PO-308 en la rotonda de Andurique.

Además, las obras hacen que quede restringido el paso para vehículos pesados por la zona de la demolición excepto para servicios, transporte escolar o transporte regular de personas. Asimismo, desde la PO-310 se puede circular dirección al Polígono de O Vao o bien hacia Antelo y Mariño en dirección a la calle Andurique.

De este modo, la Policía Local recomienda utilizar la variante VG desde la carretera de Vilagarcía en dirección a Sanxenxo, tanto para vehículos ligeros como, sobre todo, para los pesados. En un principio, las labores de demolición finalizarán el sábado, por lo que el fin de semana podría quedar restablecida la normalidad en cuanto al tráfico.

El derribo del edificio se inicia casi nueve años después de haber sido declarado construcción en ruinas. La demolición tenía una fecha de ejecución anterior, pero el Concello advirtió que el plazo se había vencido y, por tanto, debía comenzar el derribo, ya que posponerlo podría hacer coincidir esta obra con los períodos vacacionales de Semana Santa o Entroido.

El inmueble se mantenía desde hace años apuntalado por una veintena de barrotes y existía riesgo de que partes del balcón caigan sobre la acera, de ahí que el Concello exigiese su derribo.