El Concello toma cartas en la problemática existente entre los vecinos y el Ateneo Corredoira. La Junta de Gobierno de Poio aprobó ayer abrir el procedimiento de anulación de la licencia que la asociación tiene como "bar de socios".

El Consistorio, valorando el historial de denuncias que los vecinos han interpuesto desde el año 2000 (principalmente por ruidos), instará al Ateneo Corredoira a utilizar el local de Combarro del que disfrutan para un uso exclusivamente "social".

Desde el ente municipal se entiende que la asociación "incumple la licencia" otorgada por el Concello, ya que la directiva de la agrupación ha alquilado la edificación a terceros en varias ocasiones para su empleo como "un bar que ofrecía pinchos durante el día y copas durante la noche", según las fuentes consultadas.

Ahora, el Ateneo Corredoira tiene un plazo de varios días para presentar alegaciones y frenar la caducidad de la licencia. Para ello, deberá demostrar que empleará el inmueble para uso exclusivo de bar de socios y no arrendará la propiedad a terceros. Si las alegaciones prosperan, la asociación podrá continuar con el usufructo del local, según confirmaron desde el Concello. La asociación utiliza el inmueble desde su fundación y el gobierno local "no tiene intención de perjudicarla".

Propiedad

A la decisión por parte del Concello de iniciar los trámites para dar caducidad a la licencia se le unió el comienzo de las gestiones con el Ministerio de Cultura, la Xunta de Galicia y la Deputación de Pontevedra para recibir documentación y "aclarar la situación legal" del inmueble. Es decir, dirimir la propiedad.

Según la información que maneja el ente municipal, una de las casas la compró la Deputación hace cuatro décadas y la otra pertenece al Ministerio de Cultura desde los años 70. Ahora, el objetivo pasa por corroborar la titularidad con la meta de acabar convirtiendo la edificación en un museo de interpretación del marco de Combarro y de las artes marineras, como solicitan la mayoría de los vecinos y también la entidad Amigos dos Museos de Galicia, aunque el municipio de Poio no tiene competencia sobre la edificación.

De este modo, en los próximos meses se dirimirá el futuro de un local que, a día de hoy permanece cerrado. Ayer, FARO trató de ponerse en contacto con el presidente de la asociación, que ahora deberá presentar alegaciones para mantener una licencia que ha generado conflicto durante los últimos 17 años.