Un año después, tras el fin del veto impuesto por Intecmar debido a los resultados de los análisis, la Cofradía de Raxó vuelve a tener presencia marinera en la faena de la vieira. Hoy regresan al mar para practicar este arte los dos barcos que han mantenido su licencia desde que hace casi dos décadas el Instituto Tecnolóxico de Control do Medio Mariño prohibiese recolectar el molusco en la Ría de Pontevedra.

En 2015, Intecmar volvió a permitir trabajar en la zona y tras un 2016 en el que los análisis obligaban a vetar de nuevo las áreas, el Instituto ha permitido volver a faenar para recoger vieira desde estos primeros días de febrero. El reestreno estaba previsto para ayer, pero finalmente, un retraso en un permiso de la Xunta hará que hoy a las 8 horas partan de nuevo dos barcos desde el Puerto de Combarro.

En la zona, que abarca desde Aldán hasta Tambo, la Cofradía de Raxó compartirá trabajos con las de Bueu y Aldán. Entre todas, podrán recoger 1.000 kilogramos de vieira diarios, como así se comprometió a absorber la planta de eviscerado de la vieira que depende de la empresa Portos de Cambados. Es decir, 140 por barco, independientemente de la tripulación. Este límite hace que las estimaciones en la agrupación poiense sean las de lograr un beneficio de 500 euros diarios por cada barco, teniendo en cuenta que el kilo de molusco se venderá a cuatro euros. De este modo, la idea es lograr entre las dos naves unos ingresos de 5.000 euros a la semana que "suponen un aporte fundamental", según el patrón mayor de la cofradía, Iago Tomé.

Condicionantes

En un principio, el período establecido para que la flota de la vieira permanezca en el mar no se ha establecido y la cantidad de semanas en las que los barcos recojan los moluscos dependerá de "diversos condicionantes" como los resultados de los análisis o las demandas de la planta de eviscerado, de la que depende la recolección de un molusco que no se puede recoger "por libre".