La comarca de Pontevedra comenzará a buscar la normalidad hoy después de tres días en los que el tren de borrascas que azotó Galicia causó un reguero de incontables daños aunque la mayor parte, afortunadamente, sin daños personales graves. Sí hay que reseñar la existencia de persona herida por los efectos del temporal en Pontevedra, una mujer a la que sobre las 21.30 horas del viernes le cayeron encima elementos que se desprendieron de un tejado en al calle Benito Corbal. Según informó la Policía Local, en principio su estado era leve.

El mal tiempo también provocó a última hora del viernes un accidente en la Nacional 640 a su paso por Cuntis, al colisionar un vehículo contra un árbol que se cayó en la calzada. Luego otro árbol obligó a cortar esta carretera Nacional mientras los efectivos de Protección Civil retiraban el ejemplar.

El temporal de viento arreció con especial virulencia entre las 19 horas del viernes y las dos de la madrugada de ayer sábado. Tras una breve tregua, volvió a soplar con fuerza durante toda la jornada de ayer pero en esta ocasión, además, las rachas huracanadas estuvieron acompañadas de intensas lluvias torrenciales de hasta 70 litros por metro cuadrado en algunas localidades de la comarca como Cuntis o Ponte Caldelas. Unas precipitaciones que desbordaron ríos como el Gallo o el Verdugo y que causó inundaciones en una casa de Fontaíña, Pontesampaio, en la calle Antón Fraguas, en O Casal (Salcedo) o en la rúa do Porrelo, entre otras.

La Policía Local de Pontevedra contabilizó solo durante la madrugada más de cien llamadas por emergencias en la ciudad, al igual que la noche anterior, cuando lo habitual son unas 10 por noche. Se registraron caídas de chapas en calles como Joaquín Costa, Fernando II o Benito Corbal debido a desprendimientos de las fachadas de los edificios o andamios. El trabajo que se le acumuló a los bomberos fue tal que en algunos de estos puntos realizaron una primera intervención de saneamiento para acudir a otras emergencias y regresar al lugar más tarde cuando amainase el temporal.

Fue necesario volver a cortar de madrugada el puente de A Barca en ambos sentidos por unos hierros sueltos y la circulación se reabrió en cuanto amainó el temporal. La cubierta del viaducto volvió a dar problemas por la tarde y los bomberos regresaron para asegurar una chapas que estaban a punto de salir volando. Luego se cortó el tránsito peatonal en el puente ante el riesgo de nuevos desprendimientos pero fueron muchos los que obviaron esta advertencia.

Los daños continuaron afectando también a los edificios públicos en esta ocasión los bomberos también tuvieron que actuar por la caída de chapas en la residencia de la tercera edad de Campolongo o, muy cerca, en el edificio de Hacienda.

Hubo uralitas que volaron de los tejados de edificios en calles como Fernando II, o la caída de vallas publicitarias en Doce de Novembro. Hubo que retirar numerosos árboles que cortaban las vías de comunicación como en la calle Moldes, y varios de ellos afectaron al tendido eléctrico y provocaron averías en zonas como Salcedo y O Marco, en donde además se produjeron daños en una nave industrial. En O Castrove se cayó una torreta de metal. Los desprendimientos de fachadas e inmuebles causaron daños en vehículos estacionados en O Burgo o en Conde Bugallal. El acceso a zonas arboladas como los Jardines de Vicenti permanecieron cerradas al tránsito de personas.

El panorama era muy similar en el resto de Concellos de la comarca. En Marín hubo numerosos desprendimientos de chapas, caídas de árboles y contenedores volcados. Sin embargo, las principales quejas que estaba recibiendo la Policía Local se referían a los prolongados cortes de luz que estaban padeciendo algunas zonas del municipio. Es el caso del área de Seixo, Vagüín o A Moreira en donde llevan sin luz desde las 15 horas con los consiguientes perjuicios y pérdidas, sobre todo para los negocios de la zona. En O Castrove se cayó una torreta eléctrica y en la aldea de Xesta, en A Lama, también acumulaban en la tarde de ayer más de 30 horas sin servicio eléctrico. Mientras, los servicios técnicos se afanaban en restablecer la normalidad y en la calle Santa Lucía, por ejemplo, los electricistas lidiaban con un cable suelto tras el aviso de los vecinos de que provocaba grandes chispazos. En Barro también se volvieron a quejar de los continuos cortes de luz.

Y todo esto, sin que el tiempo mejore en demasía, dado que la provincia mantendrá activada hoy la alerta naranja por fuertes vientos.