El área sanitaria de Pontevedra ha alcanzado el pico más alto de la temporada de gripe, una situación que mantiene al Hospital Montecelo en el colapso y que ha empeorado, cuando parecía imposible, la situación vivida en semanas anteriores.

"Hacía años que no veía algo igual", se lamentaba ayer un trabajador del servicio de Urgencias de Montecelo, que ayer volvió a registrar una jornada caótica con la ya frecuente visión de decenas de camillas por los pasillos y todos los boxes repletos. "Hoy la cola de las camillas llegaba hasta el control de enfermería, hasta la zona exterior, donde llegan las ambulancias", aseguraba. Y es que ayer no había ni un solo rincón de las instalaciones del servicio sin ocupar, bien fuese con pacientes, bien con sus acompañantes, bien con los propios trabajadores, moviéndose a un ritmo frenético para hacer frente a una de las épocas del año más duras en Urgencias.

"Son jornadas horrorosas, ya desde la mañana, cuando nos encontramos sin camas, la SER está a tope y me hace gracia que dicen que empieza a remitir la gripe, una situación peor que esta ya es imposible que se dé", dice el mismo trabajador.

Ayer mismo a mediodía había cerca de 40 pacientes en espera para ser atendidos, especialmente personas mayores, las más aquejadas por el virus de la gripe.

Los profesionales intentan por sus propios medios agilizar la situación, aunque sin éxito. "Se intentó habilitar tres boxes para patologías más banales, pero no resultó, ya que los necesitamos todos y priorizar a los más graves", informan fuentes del servicio.

Para situaciones críticas, todos los hospitales cuentan con un plan de contingencia que alivie el caos, aunque en el caso de Montecelo, cuyas instalaciones de Urgencias se han quedado pequeñas, tal y como reconocía hace unos días el propio gerente del CHOP, José Manuel González, cualquier refuerzo de personal es insuficiente al resultar escasos los recursos físicos. Esta semana el equipo técnico del plan de contingencia volvió a reunirse y ayer mismo se reforzó al servicio con la contratación de una doctora. "Las ayudas puntuales se están produciendo con los mismos médicos, que se ofrecen a realizar más turnos", aseguran los trabajadores.

Una de las reivindicaciones de los profesionales del hospital público era la referida al refuerzo del triaje, la clasificación de pacientes según su gravedad, que es realizado por una sola enfermera. "Con que fuesen dos ya se agilizaría la entrada de pacientes, que no tendrían que estar esperando horas en la sala de espera", aseguraban. El propio sindicato de enfermería solicitó este refuerzo sin éxito.

La situación de caos en Montecelo se viene reproduciendo desde finales de año, cuando el virus de la gripe comenzó a hacer mella. Pese a las protestas de trabajadores de la sanidad pública y usuarios, el Sergas evitó en todo momento reconocer este colapso.

"A nosotros nos va a dar un ataque de nervios", confesaba ayer uno de los profesionales, que, sin embargo, consideraba que "los pacientes en general son muy buenos". "La gente reconoce que estamos trabajando, porque te ven ir corriendo de un lado para otro, y se portan muy bien", añade.

Por su parte, el sindicato Prosagal denunció ayer que la falta de planificación del CHOP "hace que se produzcan situaciones graves que los trabajadores no se atreven a denunciar". Entre ellas cita el riesgo de contagio entre pacientes. "Si se propaga la enfermedad tanto respiratoria como de contacto no es culpa del personal de las unidades, sino de los que gestionan, que dan las órdenes de que todo vale", critican. En esta línea animan a los pacientes a "reclamar su derecho a una atención digna".

Los días en los que se registró una mayor asistencia de pacientes, especialmente mayores y con patologías crónicas asociadas, se llegó a atender a 200 enfermos.