Hace cinco años, en 2011, el valor catastral de todas las fincas, solares y edificaciones de Pontevedra se situaba en menos de 2.362 millones de euros. El Ministerio de Hacienda acaba de actualizar esos datos, referidos al cierre de 2016, que sitúan ya esa valoración en más de 2.755 millones de euros. Son 275 más que los establecidos para el ejercicio anterior, lo que supone un aumento del 11% en las cifras que sirven de base, entre otras cosas, para establecer la cuota final del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), una de las principales vía de ingresos ordinarios de los concellos.
Todo ello, además, se produce en vísperas de la regularización del Catastro que el Ministerio de Hacienda llevará a cabo este año en el municipio de Pontevedra y en otros cinco de la comarca: Barro, Cotobade, Cuntis, A Lama y Sanxenxo,. Se trata de un proceso iniciado en toda España en 2013 y que no solo trata de localizar, mediante vuelos aéreos, aquellas construcciones que hasta ahora habían eludido este sistema fiscal, sino que también servirá para incorporar las edificaciones auxiliares del rural, asociadas a explotaciones agrarias o ganaderas, que hasta ahora estaban exentas de este impuesto. En otros municipios donde ya se realizó este trabajo se llegó a establecer un aumento del 52% en el valor de las propiedades rústicas.
Al margen de esta regularización, cuyos efectos probablemente no se constaten hasta 2018, el notable aumento del valor catastral para este año sí podría tener reflejo en el recibo del IBI de este año, que se pone al cobro entre octubre y noviembre aproximadamente.
Según los datos oficiales del Ministerio de Hacienda y de la Dirección General del Catastro, en Pontevedra hay 70.834 unidades, apenas 230 más que doce meses antes, pero el valor unitario de cada una se ha disparado de forma ostensible, de 25.132 a 38.894 euros. Aún así, Pontevedra está entre las ciudades gallegas con menor valoración a efectos catastrales. Ya ha superado esta vez a Ferrol, que queda relegada a poco más de 2.630 millones de euros, pero aún se sitúa muy lejos de las demás urbes: A Coruña supera los 9.752 millones y Vigo ronda los 7.700 millones, mientras que Santiago se sitúa en 6.720 y Ourense en 6.295. Por su parte, el Catastro fija el valor de Lugo en 3.626 millones de euros.
En todo caso, Sanxenxo es el municipio con unas valoraciones por cada unidad de las más altas de Galicia. La tasación global ya coloca a esta concello como el tercero de la provincia, por detrás de Vigo y Pontevedra, al sumar 1.823 millones de euros y adelantar a Vilagarcía (con el doble de población), que se queda en 1.550 millones. Pero además, cada unidad catastral en Sanxenxo está valorada, de media, en 46.500 euros, ocho mil más que en Pontevedra. En Marín, el valor total es de 435.000 euros, muy lejos de Sanxenxo e incluso por debajo de Poio, que llega a 682.000 euros. Una de las razones de esta baja tasación en el municipio marinense puede deberse a la situación catastral del Puerto. El Ministerio de Hacienda asigna a Pontevedra la inmensa mayoría de sus edificaciones, lo que eleva el valor de la capital en detrimento de Marín.
Todos estos datos son básicos para que cada concello elabore el padrón de IBI. En el caso de Pontevedra este impuesto ronda los 17
millones de recaudación anual, el 25% de todo el presupuesto, producto de las inspecciones fiscales y la persecución del fraude iniciadas de forma sistemática en 2012 por el gobierno local.
El padrón catastral de 70.834 unidades es el que tiene vigente a día de hoy el ministerio y de todas ellas, más de la mitad corresponden a inmuebles de uso residencial, con 40.200. Las plazas de garaje y unidades similares conforman la obra gran bolsa catastral, con casi 22.000, mientras que los locales comerciales y oficinas suman otras 4.300. Son estos tres capítulos los que suelen registran más oscilaciones año tras año, frente a otros apartados más rígidos, como los edificios religiosos (42), singulares (18) o deportivos (47).
