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Marín: "La congestión de los hospitales no es un invento de la plataforma, es una realidad"

Manuel Marín, médico de Atención Primaria y portavoz de SOS Sanidade Pública, considera que los recortes han dejado el sistema sanitario "escuálido, al límite"

Manuel Marín, en su consulta en el centro de salud de Seixo. // Santos Álvarez

"La realidad y la información que se refleja en los medios de comunicación es clara y evidente. No nos estamos inventando nada. La congestión de los hospitales no es un invento de la plataforma ni de la asociación de la sanidad pública, es una realidad. Lo que ocurre, probablemente, es que el Sergas se ha acostumbrado a una estrategia de faltar a la verdad, por ser amables". El portavoz de la plataforma SOS Sanidade Pública, Manuel Marín, se refiere, con estas palabras, a las continuas discrepancias entre el Servizo Galego de Saúde y los profesionales sobre la situación en los últimos días de los centros de salud y los hospitales, entre ellos el de Montecelo, debido al primer repunte de la gripe.

"La realidad es que la epidemia de gripe ha desencadenado la congestión de los hospitales", insiste.

En este sentido, destaca que "no se trata de un problema de gestión". "Ni de que la gripe tenga una especial virulencia este año, lo que ocurre es que el sistema sanitario, como consecuencia de los recortes, se ha quedado escuálido, al límite, por lo que cualquier repunte en la demanda genera una congestión en los hospitales", considera el médico de Atención Primaria, que cifra en un 18 por ciento los recortes en el gasto sanitario.

Marín recuerda que la planificación de camas en los hospitales se realiza en función de la demanda habitual, cuando lo que hay que tener en cuenta son contingencias como la actual de la gripe, que hace necesarias más "plazas" . "Hay que contar con cierta holgura para garantizar que en esos momentos de mayor demanda tenemos los recursos necesarios para poder atender a toda la gente. Esto es como las empresas eléctricas. La realidad es terca", incide.

"Todos los años hay una epidemia de gripe y todos los años tenemos los servicios de urgencias congestionados", se lamenta.

Respecto a los usuarios de la sanidad pública, el portavoz del colectivo recuerda que durante esos períodos de tiempo viven "un drama". "Nosotros, como plataforma de defensa de la sanidad tenemos un cierto prestigio social y los usuarios se acercan a nosotros. No somos una oficina de atención al cliente ni recogemos las quejas de la población, pero sí que somos conscientes de que tienen que esperar horas para ser atendidos en un servicio de urgencias. Es denigrante y doloroso, porque son personas que están sufriendo y tienen que estar en pasillos", informa.

Marín insiste en que los profesionales sanitarios con su esfuerzo, suplen, "en muchísimos casos", las deficiencias de recursos que padece el sistema.

El principal escollo con el que tanto los trabajadores de la sanidad pública como la plataforma se encuentran es "la opacidad" del Sergas. "Tradicionalmente, hasta hace unos siete u ocho años, había una obligación de los hospitales y de los centros de Atención Primaria de emitir unas memorias que reflejaban los recursos que tenían, la actividad, las bajas laborales e incluso las quejas y demandas de los ciudadanos. Esto ha sido eliminado. No tenemos apenas información sobre el funcionamiento del sistema ni sobre sus recursos", asegura Manuel Marín. "Para nosotros es imposible obtener información sobre las personas que se sienten perjudicadas o mal atendidas por el sistema", resume.

En esta línea subraya que la población debería tener el derecho de participar en el control de la gestión de los hospitales y de los centros de Atención Primaria. "Pero esto no funciona en la realidad, y resulta que no pasa nada", critica. "Si financiamos el sistema público con nuestros impuestos, tendremos el derecho de tener información sobre sus éxitos y problemas", considera.

Atención Primaria

Esta "opacidad" se aplica también a los centros de salud. "Lo único que sabemos, es a través de las quejas y de la plataforma, que hay esperas que llegan a superar incluso los 15 días. En muchos está en una semana", manifiesta Marín.

Y es, precisamente, por estas esperas tan largas por las que se produce esa congestión de los servicios de Urgencias de los hospitales. "Cuando la gente tiene que esperar un tiempo muy superior al habitual, se va a un hospital", sostiene.

El portavoz de la plataforma recalca que la población insiste en ser atendida en la sanidad pública. "Eso es una constante universal. Responde a que la población es consciente de que son los hospitales públicos y los centros de salud los que tienen mejores recursos, tanto materiales como humanos, cosa que no ocurre en los privados", expone.

Esto explica, según indica, el que cuando a un paciente se le ofrece la posibilidad de acudir a un hospital privado, "normalmente se niega". "¿Qué está haciendo la sanidad pública? Ha privatizado el sistema de información al usuario. Es más, les chantajean diciéndoles que van a ir a las listas de espera no estructurales, eternas. Aún así, la gente prefiere esto antes que ser atendida en la privada", concluye el médico.

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