Después de años sin atender los requerimientos municipales, el propietario de un solar en Cons (Mourente) ubicado a las puertas de las instalaciones de verano del Mercantil, ha comenzado a limpiar el mayor vertedero clandestino de basuras de todo el municipio, una auténtica acumulación de todo tipo de desperdicios que ha sido objeto de denuncias del Seprona, los Bomberos y los propios vecinos.
Un grupo de operarios, con una excavadora, acudieron ayer a adecentar la zona, que fue vallada. En un principio se pensó que se trataba de una actuación municipal ya que el Concello, harto de la desobediencia del propietario, había puesto en marcha una adjudicación de esas obras de manera subsidiaria, de forma que pasaría después la factura al infractor. Fuentes municipales confirmaron que es el dueño el que ejecuta ahora esa limpieza. Todo apunta a que la amenaza de tener que pagar los más de 45.000 euros previstos fue el detonante de la iniciativa de ayer.
Fueron años de desatención, trámites farragosos y burocracia, en los que la basura se fue acumulando día tras día. Finalmente el Concello logró localizar el propietario y le cursó diversos avisos para actuar en su propiedad, pero sin éxito. Fue hace unos meses cuando se acordó la ejecución subsidiaria pero el proceso se prolongó más de lo previsto debido al tipo de desperdicios, entre ellos material considerado peligroso, que obligaba a contratar a una empresa especializada. Curiosamente, ayer hubo una reunión en el Concello para conocer las ofertas, el mismo día en el que el infractor atendió, por fin, las exigencias municipales.
La presencia de uralita, neveras y otros productos de difícil manejo implica un tratamiento específico. Este vertedero ilegal de Mourente, ubicado en los accesos al parque de verano del Mercantil, se había convertido en un quebradero de cabeza para el Concello, que nunca logró que la empresa propietaria del solar se hiciera cargo de la retirada de las toneladas de residuos que se acumulan en ella. Electrodomésticos, sobre todo neveras, sofás viejos, ruedas y neumáticos e incluso basura orgánica. Son algunos de los desperdicios que se acumulan por toneladas desde hace más de tres años en este enorme vertedero ilegal que no ha dejado de aumentar pese a las constantes denuncias vecinales y de los responsables de la sociedad recreativa.
En 2015 el Concello logró identificar al propietario y abrir un expediente de disciplina urbanística, que concluyó a finales de ese año sin resultado alguno, por lo que se optó por contratar directamente a una empresa para retirar la basura y pasar después la factura a la citada empresa, un trámite que, en todo caso, no se da por cerrado hasta comprobar el resultado de los trabajos ahora iniciados por el dueño.
La basura actual comenzó a acumularse aproximadamente al menos a principios de 2013, cuando fue la última vez que se limpió la zona, según explican los vecinos. A sus denuncias ante el Concello se sumaron las de agentes forestales, bomberos e incluso el Seprona de la Guardia Civil, toda vez que la parcela se ubica en terreno rústico. En 2011 los Bomberos ya tuvieron que acudir a la zona para sofocar un incendio declarado entre los escombros. Además de los olores y la mala imagen, el fuego era otra de las preocupaciones de los vecinos, en especial en verano.
