"Adquieren un nivel de cálculo mental que supera, por mucho, las exigencias programáticas de la Lomce". Ese es el resumen en cuanto a resultados del método Otros Algoritmos para las Operaciones Aritméticas, más conocido en el mundo docente por su acrónimo OAOA.

El CEIP Chancelas es uno de los pocos colegios de la zona que lo utiliza. La estrategia OAOA da una total libertad al alumno para que sea él el que construya sus propios algoritmos. La premisa es que no hay método único para llegar al resultado, sino que existen diferentes medios, todos ellos válidos. De este modo, se explora las potencialidades del alumno, que aprende a realizar cuentas a través del raciocinio y no del automatismo.

"Primero se emplean regletas a través de las que entienden que los números son realidades, no abstracciones y que se pueden descomponer y agrupar en otros más pequeños", explica la directora del centro y tutora de primer curso, Olga Teijeiro. A partir de ahí, los jóvenes desarrollan su propia capacidad de aprendizaje, estimulada por el trabajo en grupo y las exposiciones orales de resolución de problemas, que fomentan la escucha activa. "Los humanos aprendemos en comunidad y eso buscamos. Así estimulamos todos los sentidos y capacidades, no solo la matemática", recalca la profesora.

"Los niños están encantados. Matemáticas es su asignatura favorita", expone Patricia Lage, madre de un alumno de segundo curso. "El aprendizaje es efectivo cuando incluye al hemisferio creativo del cerebro y al lógico a la vez. Y eso es lo que sucede con el OAOA", afirma desde su perfil científico.

Tres años como aval

El proyecto surgió hace aproximadamente un lustro, cuando el CEIP Chancelas decidió solicitar al CEFORE (Centro de Formación del Profesorado) de la Xunta docencia sobre esta metodología. Tras meses de asimilación por parte de los docentes, hace tres años se implantó en el primer curso de Primaria. Hoy, los tres primeros niveles de Primaria están ya plenamente integrados y se está comenzando a probar en Educación Infantil.

"Estoy sorprendídisima con los resultados. En primero todavía no hemos acabado el primer trimestre y ya han superado las competencias que se les exige que adquieran durante todo el curso", señala Aída Espada, profesora en prácticas. Para ella, la experiencia con los más jóvenes está siendo extraordinaria: "Te das cuenta de que si los estimulas, se comportan. No voy a decir que no se distraigan algo, pero tienen una disposición magnífica". Para Espada, el mérito del método está en haber borrado de la mente del alumnado la idea de que la disciplina matemática es árida, muy presente en el mundo académico: "El otro día me preguntaron qué era eso de las Matemáticas. No saben qué son. Ellos hablan de hacer números y les encanta". Como muestra, el hecho de que muchos hayan incluido otras regletas para tener en casa en la lista de regalos de Navidad.

Esa capacidad para aprender entendiendo es la que les permite explorar sus virtudes y encontrar sus propios límites. Por eso, no extraño que la motivación les lleve a evolucionar y, por ejemplo, aprender a dividir aún sin saber que lo que están haciendo. Con siete años, la mayoría de los jóvenes están iniciados en la multiplicación, la división y las operaciones combinadas. Algo que no deberían saber hacer con soltura hasta sexto de Primaria.

"Luego hay que plasmarlo en el papel, pero es evidente que con las capacidades que adquieren, les resulta mucho más fácil. Primero está la manipulación a través de la experiencia y luego, la utilización del lenguaje simbólico", profundiza la directora. "Antes era al revés porque te enseñaban el método primero. Si lo entendías bien, sino te quedabas atrás", analiza. Con el OAOA, se respeta la diversidad de ritmos y estilos. Sin imposición, con inclusión y, por supuesto con resultados.