La ruta portuguesa a Compostela, la que pasa por Pontevedra, vive uno de sus mejores momentos. Así lo confirma la Asociación de Amigos del Camiño Portugués a Santiago, presidida por Celestino Lores. Según el colectivo, en el último año ha aumentado en unos 10.000 el número de peregrinos que hicieron parada en la ciudad de Pontevedra rumbo a la capital gallega realizando el Camiño. Esto supone un incremento de más de un 22 por ciento respecto a 2015 y un récord de cifras por segundo año consecutivo.
"Según la Oficina do Peregrino, el año pasado pasaron por aquí 43.000 personas que recibieron la compostela oficial, pero a estos tenemos que añadir los que hacen el camino de una manera más libre y no se ciñen a este documento, con lo cual la cifra total rondaría los 45.000", explica Celestino Lores, que añade que a menos de un mes para que se acabe este año estos números aumentan en unas 10.000 personas, es decir, que serían unas 55.000 las que hicieron parada en la ciudad del Lérez en su ruta a Santiago en 2016.
La compostela es un documento otorgado por las autoridades eclesiásticas que certifica haber completado al menos 100 kilómetros a pie o a caballo (200 si se hace en bicicleta) del Camino de Santiago. Se expide en Compostela a todos aquellos peregrinos que, mediante la credencial debidamente sellada, demuestren su paso ordenado, por motivo religioso o espiritual, por los diferentes enclaves de alguna de las rutas xacobeas.
Celestino Lores considera que este aumento de peregrinos en la ruta portuguesa se debe, en un primer momento, "a la masificación del Camino Francés", lo que provoca que los peregrinos busquen otras alternativas para llegar a su destino.
Otro de los motivos que llevan a los caminantes a decantarse por la ruta portuguesa son sus buenas comunicaciones, "a través de los aeropuertos de Porto y Vigo". "Salen del avión y comienzan a caminar", destaca Lores. "Muchos empiezan en Tui y otros en Valença do Minho y para regresar lo hacen en tren, por lo que la comunicación es perfecta", indica.
Asimismo, el presidente de la Asociación de Amigos do Camiño Portugués destaca que este puede presumir de una importante riqueza paisajística y monumental, "igual o parecida a la que tiene el francés".
"Hay localidades muy importantes en el Camiño Portugués, como Porto, Ponte da Lima, Viana do Castelo... Aquí tienen la variante espiritual que va por Armenteira y Vilanova para continuar subiendo en barco, también está la zona de Caldas de Reis con las termas... Hay mucha riqueza y belleza", destaca.
Muchos de los peregrinos que realizan la ruta de Portugal son ya expertos en la pasión de caminar hacia Santiago, de modo que con anterioridad completaron el Camino Francés. "Lo importante es que los peregrinos vengan, ya que no hay que olvidar que suponen una riqueza económica para la ciudad muy importante", afirma Lores. En este sentido, explica que de los 55.000 que pernoctaron en Pontevedra solo lo hicieron en el albergue de peregrinos unos 12.000, un 22 por ciento. "Esto quiere decir que un 78 por ciento pasaron la noche en establecimientos hoteleros", subraya.
El presidente del colectivo recuerda que la media de gasto en la ciudad por día de un peregrino que duerme en el albergue es de unos 30 euros. "Hay un millón y medio de euros que se quedan en la ciudad con el peregrinaje", explica.
"Este año se notó especialmente la presencia de los peregrinos. El mes de agosto, por ejemplo, había muchísimos", incide.
Lores reconoce que en las cifras históricas del turismo en la ciudad del pasado verano pudo haber influido de manera notable esta presencia de peregrinos. "Muchos de estos turistas eran peregrinos que iban a dormir de hotel", recalca.
Estos últimos días el año son casi "testimoniales" en cuanto a la acogida de peregrinos, ya que la Navidad es la época más floja en este sentido, al tratarse de unas fiestas muy familiares. Ayer, por ejemplo, solo había una docena de caminantes en el albergue de Pontevedra, que de aquí a que termine 2016 espera recibir a un máximo de 300.
El albergue La Virgen Peregrina, en las inmediaciones de las estaciones de tren y autobuses, cuenta actualmente con 56 plazas y tiene 75 voluntarios. Su gran reto es el año 2021, cuando tendrá lugar el próximo Año Santo. "Ahí esperamos recibir entre 80.000 y 100.000 peregrinos. Así que tenemos que estar preparados o nos coge el tren. Es imparable, va en aumento", dice ilusionado Celestino Lores.
