Extrañeza. Esto es lo que ha causado en el seno de la asamblea del BNG de Cuntis las palabras vertidas desde el grupo municipal de Veciñanza sobre una supuesta "maniobra del gobierno local", del que forman parte los nacionalistas, y "falta de transparencia" a la hora de aprobar los presupuestos.

Y es que el BNG hace balance de lo sucedido hasta el día 1 de diciembre cuando se celebró el pleno en el que se iban a probar las cuentas. Veciñanza había dicho previamente que, si se aceptaban las enmiendas que habían presentado a la propuesta inicial, apoyarían los presupuestos. Y así, ocurrió, el gobierno local incluyó estas enmiendas aunque, sin embargo, un problema informático impidió compartir la documentación definitiva con los demás grupos de la Corporación hasta solo una hora y media antes de la sesión plenaria.

Recuerdan que el propio portavoz de Veciñanza, Santiago Martínez, argumentaba en el pleno que no podía votar a favor del documento ya que no tuviera tiempo a comprobar si sus peticiones estaban incluidas pero que no tenía dudas de que no había mala intención por parte del gobierno local ("palabras que pueden ser escuchadas perfectamente a partir del minuto 16 y 27 segundos en el que vídeo que el propio grupo de Veciñanza colgó en las redes sociales", dicen desde el BNG. Por esto no entienden las posteriores palabras vertidas desde Veciñanza, máxime cuando el miércoles 30 de noviembre por la mañana todos los grupos recibieron un correo electrónico en el que se señalaba que en el caso del presupuesto se incluían las enmiendas presentadas por Veciñanza y se informaba del fallo informático y que la documentación estaba disponible en el Concello.

"El grupo de Veciñanza tuvo, por lo tanto, tiempo de haber consultado la información" algo que prefirieron "obviar" en su argumentación, optando por la abstención, al igual que el PP, "incumpliendo así su palabra" y no apoyando "unos presupuestos sociales" que incluyen por vez primeras proyectos históricos como la peatonalización del casco antiguo de la villa.