La Consellería de Sanidade ya ha puesto en marcha el proceso para cerrar la vieja caseta de donaciones de sangre ante el Hospital Provincial y ejecutar una nueva, más moderna y con más capacidad, en el aparcamiento colindante. El espacio que ocupará esta nueva dependencia ya está vallado, con un aviso de su nuevo destino.

Este traslado es una vieja aspiración del Sergas, pero se demoró debido a complicaciones con la licencia y otros problemas, pero se activó después del acuerdo con el Concello para integrar el frente del hospital en la plaza pública de la calle Loureiro Crespo. Parte de esta integración ya se ha ejecutado, con el derribo del muro más próximo a Urgencias, lo que pone más en evidencia la necesidad del cambio de ubicación.

La nueva caseta de transfusión de sangre será más moderna y, sobre todo, con menor impacto visual que la actual. Será un recinto de unos 80 metros cuadrados, casi el doble que el actual, y con exterior en madera, que dispondrá de dos aseos, un almacén, una sala de espera, otra para el responsable médico y una más de extracción.

Es uno de los servicios con mayor utilización del Hospital, pero tanto su ubicación como sus condiciones no están a la altura. Hace justo un mes, Sergas y Concello sellaron el acuerdo que , entre otras cosas, permite corregir esas deficiencias. El citado aparcamiento se ubica en unos 1.400 metros cuadrados al lado del Hospital Provincial que el gobierno local cedió hace cinco años al Sergas para crear esa explanada, que Sanidade ofreció a la asociación Juan XXIII para gestionarla como aparcamiento público. Esta opción no fraguó por la oposición municipal a ese uso.