La bonanza climatológica que prolongó el verano hasta bien entrado el otoño se resiste a abandonar las Rías Baixas. Si desde septiembre hasta noviembre, incluido el puente de Todos los Santos, el sector turístico vivió una inesperada afluencia de visitantes, el litoral pontevedrés muestra en el macropuente de la Constitución y la Inmaculada una inusual imagen en pleno mes de diciembre. A apenas veinte días para Nochebuena, la comarca registró ayer temperaturas por encima de los 22 grados, con una sensación térmica que llegó a los 25, lo que animó a numerosos bañistas a acudir a las playas de la ría.

Arenales como Silgar en Sanxenxo, Portocelo y Mogor en Marín e incluso Lourido en Poio, recibían ayer una oleada de visitantes y no fueron pocos los que, en las horas centrales del día, lucían bañador para tomar el sol de diciembre. Las sombrillas regresaban así a las playas en una inusual temporada de buen tiempo, salpicada periódicamente por unas lluvias que no se aguardan durante todo el puente. Por el momento, la casilla de precipitaciones de diciembre está a cero, tras los 182 litros de noviembre y los 100 de octubre, cifras notables pero por debajo de lo habitual en esos meses.

La temperatura más alta se alcanzó ayer en la estación de Meteogalicia en Campolongo (Pontevedra), con 22 grados, tres menos de la sensación térmica. Los mismos valores se registraban en Sanxenxo y poco menos en A Lanzada y Lourizán. En Caldas se llegó a 20 y en Cotobade a 19, todas ellas temperaturas más primaverales que de vísperas de navidad.

Todo ello tiene un efecto positivo en el sector hotelero, que ya acumulaba hasta ahora el mejor año de la década. Tanto la asociación de hoteleros de Pontevedra como la de Sanxenxo mantienen unas previsiones optimistas para este puente, si bien sus responsables advierten de que las reservas pueden variar en función de como evoluciones la climatología.

Por el momento, los hoteles de Pontevedra tiene unas previsiones de ocupación que supera el 60 por ciento, o que puede llegar al 66% en el próximo fin de semana. Las condiciones climatológicas son benignas para los próximos días -según las previsiones meteorológicas-, lo que de confirmarse podría animar la reserva de última hora en los hoteles de la comarca.

No obstante, las Rías Baixas no son un destino preferente en estas fechas invernales, como sí lo son Canarias y otros destinos de sol y playa, como también las grandes capitales de Europa (París, Londres...) que suponen uno de los destinos favoritos de quienes pueden disfrutar de solo un par de días de descanso.

En Sanxenxo las previsiones son igual de optimistas. Se estima una previsión de ocupación entre un 70 y un 80%, expectativas que se cumplirán principalmente si el clima acompaña, como en principio se espera. El sector tiene claro que, al margen de estas fechas, este año se ha caracterizado por unos buenos datos turístico, lo que convierte a 2016, un verdadero año "de la recuperación", si bien los profesionales recuerdan que vienen de sufrir un prolongado periodo de crisis en el que han acumulado pérdidas durante varios años, que aún les llevará un tiempo remontar.