Natural de Forcarei y con ascendencia madrileña, Francisco Lois llevaba más de 40 años viviendo en Vilaboa. Allí había ido a parar fruto de su trabajo en la AP-9. A sus 67 años, acababa de jubilarse tras cuatro décadas de trabajo.

El fallecido vivía de alquiler en una casa a escasos metros del Bar O Toxo, muy cerca de donde se produjo el accidente. Precisamente ese local era una de sus múltiples paradas en su día a día. La víctima acudía a comer y a cenar a diferentes establecimientos hosteleros de la localidad. Y eso le permitía ser un conocido vecino de Vilaboa, ayudado por su carácter sociable. "Era una persona muy generosa. Siempre intentaba pagar él en todos los lados", explica una persona que lo conocía bien. "Yo siempre le decía que se dedicase a la política, porque tenía don de gentes", expone la misma fuente.

De sus raíces madrileñas le venía un gran interés por el fútbol y, sobre todo, por el Real Madrid. De hecho, fue el impulsor de una de las peñas madridistas existentes en Vilaboa. Para su fundación, escribió al entonces presidente madridista Ramón Mendoza, que le respondió a los quince días enviándole toda la documentación necesaria. "Si eres del Madrid, ya te ganabas su amistad", recalcan los que le conocían.

Soltero, Francisco Lois tenía previsto un viaje fuera de Galicia a la semana que viene. "Iba y venía mucho. Acudía mucho a Madrid y a Santander, donde vive la única hermana que le quedaba", manifiestan los vecinos.

Precisamente sus otras dos hermanas sufrieron también un fallecimiento trágico. Hace un año, una de ellas que vivía en Barcelona fue atropellada por un turismo mientras cruzaba para ir al supermercado. Antes, otra que vivía en Madrid, falleció al caerse de una escalera mientras podaba unos setos en su jardín.