El Plan de Empleo para colectivos vulnerables comenzó su andadura en el año 2012 en Pontevedra. Se trataba, según explica la organización, de orientar a personas alejadas del mercado laboral o en mayor dificultad social a acceder y mantener un puesto de trabajo. Los destinatarios son mayores de 45 años, parados de larga duración, mujeres víctimas de violencia de género y jóvenes con poca formación, entre otros.

En lo que va de año, han participado en alguna de las iniciativas de este programa 275 personas, de las cuales 160 lograron un empleo, lo que supone un 60 por ciento de colocación.

Según los datos aportados por Cruz Roja, se gestionaron en 2016 un centenar de ofertas de empleo y participaron 44 empresas, con las que se firmaron 25 convenios de colaboración. Asimismo, se pusieron en marcha 141 cursos de formación, diez de ellos en capacitación profesional.

El Plan de Empleo de Cruz Roja ofreció cerca de 26.000 horas de formación y más de 8.000 de orientación. Teresa Álvarez, presidenta de Cruz Roja Pontevedra, recuerda que los tres grandes protagonistas de este programa son las empresas, los propios participantes y los voluntarios, sin los cuales no sería posible ponerlo en marcha. "Cuando hablamos de crecimiento no lo hacemos en términos económicos. Han sido ocho proyectos de empleo, con 12 voluntarios y seis técnicos", explica.

Álvarez también participó en el acto en el que ayer se reconoció la labor de las empresas participantes con un diploma. En el evento también estuvieron los beneficiarios.