Los trabajadores de Elnosa siguen inmersos en lo que ellos mismos definen como una carrera contrarreloj para lograr que la clorera pueda continuar en Lourizán más allá de 2017. Tres años después de que la compañía y el gobierno autonómico pactasen la salida de la ría de la clorera, los trabajadores se congratulan de que la situación haya cambiado radicalmente y actualmente cuenten con el apoyo del gobierno gallego para continuar en su actual ubicación si se consolida el cambio de tecnología que requiere la Unión Europea y se abandona el mercurio por una tecnología limpia de membranas. Una inversión que la empresa esta dispuesta a acometer.

Tras la reunión entre la Xunta y el comité de empresa y la propia dirección de la firma la semana pasada, los trabajadores valoran muy positivamente el anuncio realizado por el gobierno gallego de que iniciarán la tramitación de la Autorización Ambiental Integrada en cuanto sea presentada por la compañía. La plantilla anunció ayer que el grupo CUF cuenta ya con un borrador, muy detallado, del nuevo proyecto que incluye la tecnología de membrana y que esperan presentar a la Xunta para tramitar la AAI en cuanto obtengan la renovación de la concesión de Costas, algo de lo que no duda ni la empresa ni los trabajadores, dado que así ocurrió por ejemplo con Ence y lo recoge la nueva Ley de Costas. Calculan que podría ocurrir a principios de 2017.

El anuncio realizado por la Xunta se trata, por lo tanto, de un "paso adelante más", dice Avelino García, presidente del comité de empresa, y aunque no es decisivo, sí lo ven fundamental, dado que creen que el Concello se queda cada vez con menos argumentos para bloquear los permisos administrativos y urbanísticos que necesita la fábrica para acometer estas obras.

Rechazo municipal

Los trabajadores están convencidos de que el Concello está ahora obligado a dar los permisos de obra necesarios a la clorera para llevar a cabo esta modernización de la planta, dado que son "trámites administrativos legales" que "están reglados", pero están convenidos de que serán todos rechazados. Además de la presión social, dado que anuncian una reactivación de las movilizaciones contra la postura del ayuntamiento; los trabajadores creen que el apoyo de la Xunta es también una herramienta que se guardan en la manga en el caso de que el Concello niegue estos permisos. Víctor Ledo, de la Federación de Industria de Comisiones Obreras, entiende que el apoyo de la Xunta a la clorera conlleva un reconocimiento implícito de la importancia que tiene esta planta para la economía gallega. Es por ello que, en el caso de que el Concello niegue estos permisos, anuncian que no dudarán en acudir a la Xunta a pedir amparo para que, alegando el supuesto interés general del proyecto, intervengan decretando la supramunicipalidad del proyecto.

También juega en contra la directiva europea que obliga a cambiar la tecnología antes de final de 2017. No obstante, están convencidos de que la UE concederá una moratoria a aquellas empresas con proyectos en marcha para modernizar sus instalaciones y cumplir así esta normativa.