Un vecino de Poio, Javier Mosteiro González, y un albanés con domicilio en la calle San Antoniño de Pontevedra, Afrim Haxhijahja, son las dos personas en torno a las que giró la denominada operación "Azúcar Amargo" contra el tráfico de heroína, desarrollada por la Guardia Civil durante las Navidades pasadas. Según el escrito de acusación que acaba de presentar la Fiscalía Antidroga de Pontevedra, ambos se venían dedicando desde hacía tiempo a la venta de cocaína y, especialmente, heroína, en Galicia y en la zona norte de Portugal. La heroína, según el Ministerio Público, la adquirían en "importantes partidas" a personas que no fueron identificadas en Valencia, para posteriormente distribuirla a sus clientes en Galicia y Portugal.
Tanto Javier Mosteiro como Afrim Haxhijahja se enfrentan a las peticiones de pena más elevadas que formula el fiscal antidroga, Luis Uriarte, y que suman un total de 60 años de prisión para los seis investigados. En el caso de Javier Mosteiro se requiere una condena de 14 años y medio, dado que además del delito de tráfico de drogas se le imputa uno más de tenencia ilícita de armas (se hallaron tres pistolas en sus domicilios de Poio y Barro) y falsedad documental (contaba con documentación falsa a nombre de un ciudadano argentino). El ciudadano albanés residente en Pontevedra tenía también documentación modificada a nombre de otro ciudadano de Albania y reclama 12 años y medio de prisión. Para ambos pide una fuerte multa de millón y medio de euros.
"Laboratorio" en Sanxenxo
Ambos fueron detenidos el 26 de diciembre de 2015 cuando viajaban desde Pontevedra a Valencia con 200.000 ocultos en la "caleta" (habitáculo oculto) de un coche para pagar un alijo de diez kilos de heroína que habían comprado, siempre según la versión del fiscal, tres días antes. Como siempre, habían almacenado la droga en un piso de la calle Vigo de Sanxenxo que tenían alquilado como almacén y laboratorio para cortar el estupefaciente. En el registro efectuado en este inmueble se encontraron otros 8 kilos de droga (cinco de heroína y tres de cocaína) y múltiples efectos para manipular el estupefaciente. Los dos, según el Ministerio Público, habrían dedicado los días previos a Navidad y la misma jornada de Nochebuena a repartir la droga entre sus principales clientes en Galicia y Portugal.
Entre ellos está, supuestamente, una pareja de Vilanova, Diego Cores Falcón y Cristina Carro Millán. El fiscal pide para ellos 8 años y seis meses y siete años y medio de cárcel respectivamente. A ambos también les imputa un delito de tenencia de armas, pues se halló una pistola en su domicilio.
Otro de los supuestos "clientes" de los dos cabecillas es un vecino de Narón (Ferrol), Jesús Conchado Salazar, para quien el fiscal pide 9 años de prisión y a quien se le incautó otra pistola.
El sexto acusado fue detenido en Valencia junto a los dos principales acusados y se trata de Esmerald Laçi, un albanés que era el supuesto receptor de los 200.000 euros que transportaban desde Galicia los dos principales acusados en pago del alijo de diez kilos de heroína. En los registros también se encontraron grandes cantidades de dinero, como 102.000 euros en el piso de Javier Mosteiro en Barro, y sustancia de corte.
