Portas contará desde ya con un nuevo servicio de traída de agua. La empresa contratada por el Concello dejó prácticamente culminada ayer la sustitución de las viejas bombas ubicadas en el Río Umia. Con esta nueva instalación, el Consistorio prevé un ahorro del 40% en el consumo de energía, lo que supondrá una diminución del gasto de unos 30.000 euros al año para las arcas municipales.
De este modo, el gobierno local pone fin a uno de sus grandes quebraderos de cabeza. Hace unos meses, el ejecutivo se reunió para buscar puntos donde poder incidir en el ahorro y focalizaron sus esfuerzos en tapar el enorme agujero que suponía para las cuentas del Concello la traída del agua. Éste era el punto energético que más costaba. Debido a las deficiencias en la vetusta instalación, el municipio de Portas acumulaba enormes facturas, "de hasta 8.000 euros algunos meses", aseguraba el regidor Víctor Estévez.
"Obviamente esto supondrá un ahorro indirecto para los vecinos, ya que si al Concello le cuesta más la traída del agua, lo lógico es que el consumo sea más caro", expuso Estévez.
Las mejoras en las instalaciones dejaron al municipio con cortes puntuales durante el martes y el ayer. Mientras, el miércoles, la localidad se quedó prácticamente todo el día sin agua, lo que generó las quejas de vecinos, pese a que ya estaban avisados.
El proyecto se dividió en dos fases. La primera consistió en la sustitución de los automatismos eléctricos de, que tuvo un precio de 25.000 euros. Posteriormente, se pasó a actuar sobre las bombas, ya que las antiguas eran "pequeñas y estaban averiadas". El presupuesto definitivo fue de 85.000 euros concedidos por la Xunta y el Concello espera rentabilizarlos en tres años.
