Una actuación a lo largo de unos cuatro kilómetros, entre el Club Naval del río Lérez y Placeres, en la que se retirarían al menos 300.000 toneladas de lodos y otros sedimentos. Son las líneas básicas del plan de dragado que Portos de Galicia presentó a las cofradías del fondo de la ría en abril pasado y que fue entonces aceptado por el sector del mar.

El documento provisional establecía una actuación por fases, algo que también rechaza el Concello, que reclama una ejecución continuada. Según el plan inicial, la primera etapa se llevaría a cabo en las inmediaciones del puerto deportivo, cuyos propietarios también urgen el dragado para acabar con la situación actual, que deja varados en seco a muchas de sus embarcaciones.

Después se irá avanzando hacia la desembocadura del Lérez, en As Corbaceiras, bajo el puente de la autopista y a lo largo del canal de navegación de la ría, donde se acumulan desde hace lustros sedimentos y otros depósitos arrastrados por la corriente. Se apuesta por dotar al río de una profundidad media de cuatro metros con la marea baja y por abrir pozos esporádicamente, de unos siete metros de profundidad, para que se depositen los futuros lodos.

Este plan provisional presentado a las cofradías se elaboró después de varios trabajos, como la realización de distintos sondeos submarinos en busca de posibles restos arqueológicos y catas para analizar el tipo de lodo y sedimentos que habría que retirar del Lérez.