En septiembre pasado, el gobierno local acudía al pleno con una propuesta de modificación presupuestaria para reasignar algo más de un millón de euros, con destino a diversas obras y expropiaciones y, sobre todo, para destinar 780.000 euros de remanentes de 2015 a amortizar la deuda municipal. Entonces, toda la oposición se opuso a la propuesta al no aceptar el uso de ese superávit para reducir el endeudamiento en lugar de emplearlo en inversiones.

Pero dos meses después, aquel rechazo frontal de la oposición a destinar 780.000 euros a amortizar deuda se suavizó ayer de tal forma que el BNG puso sacar adelante su pretensión. Tras resolver las pequeñas partidas por otra vía, ayer regresaba a la sesión esa partida de 780.000 euros para reducir la deuda, aunque con una clara advertencia de los servicios municipales: "o se aprueba la modificación o el Concello incurre en una falta muy grave" ya que se trata de una obligación legal emplear de este modo el superávit de cada año. Es por ello que todos, salvo Marea, optaron por abstención y dejaron vía libre al BNG.