El gobierno local ya sabe que Marea Pontevedra no apoyará el presupuesto municipal para 2017. Era algo que el BNG ya daba por hecho y que ayer se confirmó ante las demandas del grupo que encabeza Luís Rei, entre ellas las de recuperar la gestión pública de servicios como el agua y la basura. Rei indicó que "nos gustaría ser escuchados" y aunque negó que sus condiciones sean "líneas rojas", si aclaró que se trata de demandas básicas de los ciudadanos, como el transporte público, el PXOM y, sobre todo una intensificación de las políticas sociales. En este apartado, Herminia Dios, que acompañaba ayer a Rei, reclamó la aprobación de una ordenanza por la que se implante una renta municipal social de 620 euros al mes "para garantizar unos ingresos mínimos en alimento, vestido, material escolar, vivienda, luz y gas", así como la dotación de presupuesto y personal para mejorar la atención a las personas en riesgo de exclusión.

Marea calcula que esa renta se entregaría a unas 200 familias y cifró el presupuesto necesario en unos 500.000 euros al año, si bien la cuantía que proponen para 200 familias durante doce meses triplica ese cálculo. Dios recordó que "en Pontevedra hay 19.832 personas en riesgo de exclusión, lo que supone el 23% de la población y el Concello está a la cola en gasto social".