Es otro de los conflictos permanentes. Se trata de las personas que venden sus propios productos de temporada unas semanas o meses al año y que "es necesario regular", por lo que se propone aceptar su presencia en el mercado durante una parte del año "si bien limitando el número de puestos que se puedan acoger a este régimen para evitar que muchos de ellos están cerrados durante determinados períodos, una situación que puede provocar" la imagen actual con el edificio semivacío. Así, se propone un límite del 7% de los puestos para ese uso.