"Los problemas del sueño no son solo del sueño, son también durante la vigilia como consecuencia de no dormir bien, vigilia y sueño van unidos, hay problemas del sueño que repercuten en la vigilia y a la inversa", explica Emilio Rodríguez Sáez, que se incorpora como director de la Unidad del Sueño del Hospital Quirónsalud Miguel Domínguez. Su objetivo es convertirla en "un servicio de referencia en Galicia" en el tratamiento de insomnio, epilepsia, apnea, síndrome de piernas inquietas y narcolepsia.

-¿Son muy frecuentes los trastornos del sueño?

-Mucho, lo que sucede es que no se les hace suficiente caso. Podríamos contextualizarlo con cifras: más de un tercio de la población padece insomnio y seguramente en realidad los afectados serán mas de la mitad, fíjese la cantidad de personas de las que estamos hablando. Si el síndrome de apnea del sueño afecta a un 4% de los varones de 40 años o más vaya sumando población; si el síndrome de piernas inquietas está presente en un 20% de las mujeres de más de 30 años continuamos aumentando el número, así que imagínese el número total de personas afectadas por problemas del sueño.

-¿Por qué los ignoramos a pesar de esta alta prevalencia?

-Porque en la medicina vamos un poco por partes, vamos atendiendo cosas más usuales y los problemas de sueño son, digámoslo así, menos aparatosos porque suceden en torno a la noche o bien como consecuencia de no dormir bien. Además algunos de esos problemas han tardado mucho en ser diagnosticados, por ejemplo el síndrome de piernas inquietas fue descrito en 1750, la apnea del sueño se describió por primera vez a principios del siglo XX o finales del XIX y en general porque dentro de lo que ha sido el desarrollo de la medicina las unidades del sueño nacen sobre todo en el primer tercio o mitad del siglo pasado. Los servicios dedicados a realizar diagnósticos de patologías del sueño son muy recientes. Y luego está que problemas del sueño como la apnea ocurren sobre todo en sociedades desarrolladas y por la obesidad, de modo que se empieza a diagnosticar muy tarde, en España en los años setenta y ochenta, yo fui uno de los primeros que empezó, así que ya ve lo tarde que se ha atendido a estos temas.

-¿Tienen estas enfermedades una fácil solución?

-No siempre, algunas si, por ejemplo la apnea del sueño o el síndrome de piernas inquietas, aunque no siempre se resuelven al 100% como sucede en toda la medicina. Y otros son trastornos muy difíciles de resolver, si hablamos del insomnio hay casos muy difíciles, insomnios que ya se han cronificado y que no es fácil solucionarlos. Pero en general hoy en día tenemos tratamientos para los problemas de sueño siempre que se acuda al sitio adecuado y a los pacientes se les puede dar una buena atención médica.

-¿Cómo funciona una unidad del sueño?

-Se estructura en base a un laboratorio del sueño donde una serie de equipos analizan durante la noche y a veces durante el día los trastornos que presenta un paciente. En torno a ese laboratorio están neurofisiólogos, neumólogos, neurólogos, psiquiatras, psicólogos, endocrinos y también pediatras.

-¿Aumentan los trastornos de sueño en niños?

-Sí, están aumentando entre otras cosas por los horarios actuales en la sociedad española y los ritmos y hábitos que tenemos. Los padres que se tienen que levantar temprano, que llegan tarde a casa, influyen en el sueño de los niños, que tienen malos hábitos entre otras cosas porque llegan a casa y empiezan con los deberes. Después están el tema del aumento de peso en los niños derivado del sedentarismo, lo que genera apneas, también el uso de dispositivos móviles, teléfonos, tabletas etc que se llevan a dormir con ellos y que suponen estímulos que van a inhibir una hormona que es la melatonina, por lo tanto los niños no van a dormir bien y todos esos hábitos inciden en que el menor duerma cada vez peor. En general en toda la población están aumentando los trastornos de sueño, también niños.