Sin estar resuelto todavía la futura denominación de la calle Javier Puig Llamas, nombre que Marea logró retirar del callejero con el apoyo del BNG en agosto pasado, la formación rupturista vuelve a la carga con otra propuesta similar, esta vez referida a la avenida Fernández Ladreda, que pretende que pase a dedicarse a Manuel Portela Valladares, presidente del Gobierno durante unos meses de la II República.
Esta solicitud reabre el debate sobre la aplicación de la Ley de la Memoria Histórica, en vigor desde finales de 2007, y ha dado pie a un informe técnico de los servicios municipales en el que se cuestiona abiertamente el procedimiento seguido en el Concello para retirar el nombre de Javier Puig. Ese informe dice textualmente que "una proposición de un grupo municipal no puede considerarse como suficiente para producir tal efecto".
Este informe, que recuerda la necesidad de otros requisitos legales para aplicar de este modo la Ley de Memoria Histórica, se elaboró a raíz de la polémica por el caso de Puig Llamas. Fue en agosto cuando Marea hizo referencia a su supuesta vinculación con el franquismo para pedir el cambio de nombre, una petición que encontró el apoyo del BNG pero encendió un grande bate, no solo político sino también ciudadano.
Acuerdo de agosto
En aquel debate, el portavoz del PSOE, Agustín Fernández, indicaba que "las cosas no se hacen así" y requirió un "estudio serio" sobre el personaje histórico y las circunstancias en las que se le dedicó una calle, antes de proceder a retirarle este honor, una opinión que se ve refrendada ahora con este informe municipal. Similares argumentos esgrimió la concejala de Ciudadanos, María Rey, quien reclamó "un estudio bibliográfico extenso y conocer los motivos históricos" de la denominación de la calle. Aurora Cañizares, del PP, por su parte, aseguró que Puig Llamas "para nada estaba relacionado con el franquismo ni con la represión" y que, por el contrario, tuvo que aceptar el cargo que le asignaron desde el Gobierno de la dictadura, la presidencia de la Diputación en 1936 y alcalde de Pontevedra en 1962. En representación del BNG, Luis Bará admitía en agosto que para los nacionalistas "hay razones" para apoyar la propuesta de Marea y una de ellas es el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, si bien recordó que se propuso a Marea someter esta cuestión a "un debate más amplio" en el que se incluyeran otras calles. Bará anunció, en este sentido, que el gobierno local "no es partidario" de que Fernández Ladreda siga teniendo una calle en Pontevedra, como ya se hizo con Salvador Moreno o General Mola, entre otros. Pero no es el BNG el que pide ahora la retirada de este ministro de Obras Públicas entre 1945 y 1951, sino, de nuevo Marea, que indica que "José María Fernández Ladreda fue un general del ejército franquista, ejerció de procurador en las Cortes de la dictadura" y fue ministro con Franco. También lo vincula con la represión al "organizar el batallón de voluntarios" que actuó en Oviedo, ciudad donde aún existe una calle con su nombre, al igual que en Cádiz, Valladolid o León. Un muelle del puerto de Ferrol también está dedicado a Fernández Ladreda.
En su propuesta la formación que lidera Luís Rei subraya que la Ley de Memoria Histórica "establece que los escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de la exaltación personal del levantamiento militar, de la represión y de cargos de la dictadura deberán ser retiradas de los edificios y de los espacios públicos", por lo que propone que la avenida pase a llamarse de Manuel Portela Valladares, nacido en Pontevedra en 1867.
En cambio, el citado informe técnico, una de las razones de que el cambio de Javier Puig no avance, explica que es necesario un "expediente motivado" donde se expliquen de forma adecuada las causas de la eliminación. No vale, por tanto, con un acuerdo plenario como el adoptado en agosto. De hecho, en el caso de Puig Llamas, aún no hay un acuerdo para una nueva denominación, si finalmente se lleva a cabo. Marea ya propuso en comisión a Virxinia Pereira Renda, esposa de Castelao, pero hasta ahora el asunto sigue sin resolverse.
