Hoy el PP, mañana Ciudadanos y en los próximos días, aún sin una fecha concreta, el PSOE y Marea. El gobierno local del BNG arranca así su ronda de contactos con los otros cuatro grupos municipales con vistas a un hipotético -y poco probable- pacto presupuestario. El BNG es consciente de que un acuerdo para todo el ejercicio se presenta muy complejo por lo que su aspiración más realista es lograr la abstención de al menos un concejal que le permite igualar sus doce concejales con otros doce de la oposición y resolver el empate con el voto de calidad del alcalde. Es decir, sería el mismo sistema que el pasado año pero sin la polémica maniobra de aprovecharse entonces de la baja por enfermedad de un concejal del PP.

El borrador presupuestario fue entregado la pasada semana a los demás grupos con una cifra inicial de 72,8 millones, de los que más de 13 serían para inversiones.