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Fernando González "Gonzo": "Hay situaciones que no son lógicas a estas alturas del siglo XXI en España"

El reportero es el nuevo embajador del Banco de Alimentos para la Gran Recogida de 2016

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Gonzo, con el Banco de Alimentos

Es conocido por ser el reportero de calle en el programa televisivo "El Intermedio", pero al vigués "Gonzo" lo que más le llena son aquellos trabajos periodísticos en los que la solidaridad está presente, para "dar voz a los que más lo necesitan", una faceta que ha propiciado que se haya convertido en el nuevo embajador del Banco de Alimentos para la Gran Recogida del 25 y 26 de noviembre.

-¿Cómo surgió esta oportunidad de colaborar con el Banco de Alimentos?

-Me llamaron en verano aprovechando que estaba de vacaciones en Vigo y me dijo que me querían conocer. Fui hasta allí y me contaron que les gustaría que fuese su embajador este año, que me lo pensase. Les dije que no tenía nada que pensar, que sí, que esto a mí no me supone ningún esfuerzo y que, aunque así fuese, que lo haría encantado. Les di las gracias por dejarme participar en algo así. Ves el listado de embajadores de otros años, como Luis Tosar, Borja Oubiña, María Castro... y que el banco de alimentos de mi ciudad piense en mí para echar una mano... No había ningún motivo para dudar. Sabía que es un sitio donde merece la pena estar y donde todo lo que se hace es con el objetivo de ayudar a los que más lo necesitan.

-¿Será complicado ser embajador estando en Madrid?

-Es compatible, porque además de la presentación ante los medios, volveré el día 25 para participar en la Gran Recogida. Estaré por la mañana en un supermercado de Vigo y por la tarde en uno de Pontevedra.

-Con esto se reafirma una de las caras que más se conoce de "Gonzo", la de periodista de denuncia, solidario.

-En el ámbito laboral no considero que eso sea ser solidario, sino que es hacer mi trabajo. Por suerte, lo desarrollo en programas donde siempre reservamos un espacio a darle voz a los que más lo necesitan, para dar a conocer situaciones que no nos parecen lógicas a estas alturas del siglo XXI en un país como España. Si tengo esa imagen de solidario es porque trabajo en un programa en el que hay la convicción de que, aunque seamos de entretenimiento, creemos que podemos hacer que la gente lo pase bien informándole, contándole historias que otros programas han decidido no tratar en profundidad. En ese sentido, es una de las funciones más bonitas que puede tener esta profesión.

-Y eso que comenzó su trayectoria como periodista deportivo...

-Eso fue así porque uno empieza donde buenamente puede. Lo que sí me imaginaba es que tiraría más por el ámbito político, que era el que más me gustaba e interesaba, el que más me motivaba. Me siento mucho más realizado profesionalmente, y personalmente, cuando hacemos algo que facilita la vida de la gente, como periodista y como miembro de la sociedad.

-¿Y en la faceta de reportero político? ¿Se siente cómodo ahora persiguiendo políticos?

-Sí, me divierte. A veces me gustaría que me lo pusiesen más fácil, pero si fuese así, no tendría tanta repercusión. Lo que me comenta la gente por la calle es que les gusta ver cómo los ponemos en aprietos. Al final, también en esto, se trata de trasladar a la gente un mensaje que si no fuese por nosotros no les llegaría. Una parte de ese trabajo es llevar a los políticos preguntas que se está haciendo todo el mundo en la calle y plantearles necesidades que tiene la gente y que ellos parece ser que no saben que existen.

-Entre los políticos que más se le resisten está María Dolores de Cospedal, que no le suele hablar.

-No es solo conmigo, sino que habla cuando ella lo decide, ahí vamos todos y ponemos el micro. No es muy amiga de contestar a preguntas cuando ella considera que no es momento de hacerlas. Está entre las personas con las que más he hablado y a las que menos he escuchado. Algo similar ocurre con Ana Botella o con Mariano Rajoy, que antes de ser presidente aún hablaba conmigo. Yo creo que una entrevista en la que no hay respuestas tiene más contenido que una en la que sí las hay. Los silencios tienen mucho más significado que las palabras.

-¿Quién es su debilidad en el Congreso?

-No, la verdad es que no. Voy como muy robotizado porque el Congreso es lo que es. Hay personas con las que vas a hablar sabiendo que te van a contestar.

-Por ejemplo...

-Se me vienen muchos nombres a la cabeza: Uxue Barkos, Gaspar Llamazares, Fernando Martínez Maíllo, Andrea Levy... En todos los partidos hay gente que te quiere hablar y gente que no. Eso pasa en los partidos viejos y en los nuevos.

-Seis años ya en "El Intermedio", ¿qué balance hace?

-Es una bendición trabajar en "El Intermedio", pero también una carga de responsabilidad. Es una suerte tremenda caer en un programa así, porque es un programa que vería aunque no trabajase en él. Firmo todo lo que hago y nunca me han presionado. Para mí el día en que me llamaron fue caer de pie.

-¿Y Wyoming? ¿Es buen jefe?

-Es jefe solo el primer día, hasta que abre la boca y te dices: "Ojalá todos fueran así". Cuando era un chaval y entré en "Caiga Quien Caiga" me quedó la espinita de no haber coincidido con él. Es un tipo que ameniza mucho el tiempo de trabajo, es muy divertido. Es una persona de 61 años que ha vivido un montón, que te ilustra, te cuenta, es desprendido a la hora de ceder su cuento y sus conocimientos, sus libros... Es un grandísimo compañero. Genera unas dinámicas de grupo muy buenos porque nos trata como a compañeros. Es de los más humildes y desprendidos que hay. No genera problemas, ayuda en lo que sea. Es una bendición.

-Esta experiencia como reportero político le llevó a escribir "Todo por mi país", de los más vendidos en España durante semanas. ¿Se esperaba este éxito?

-Bueno, eso habla muy mal del mundo editorial español (risas). Para mí el gran reto fue escribirlo. Todo lo que vino después fue una gran sorpresa.

-¿Qué opina de que en el nuevo Gobierno de Rajoy no haya ministros gallegos?

-Bueno, creo que estamos servidos, porque de las tres principales instituciones del Estado, dos son gallegas, así que la "cota territorial" está cubierta. No ha sido ninguna sorpresa. Era de esperar. Lo bueno de tener un presidente como Rajoy es que no hay lugar a la sorpresa. Eso en parte es algo aburrido para nosotros, porque para contar alguna novedad sobre Rajoy tienes que depender de que alguien te la cuente, porque él no va a darte nunca grandes titulares. Vamos a dejar que este Gobierno trabajo, démosle los clásicos cien días. Me parece muy buena noticia para este país que Jorge Fernández Díaz deje de ser ministro. Ojalá que dentro de un año tengamos que hablar maravillas de este Gobierno.

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