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Una nueva aparición de toxina mantiene cerrada el área de marisqueo a pie

Las cofradías pactaron con Intecmar la prohibición de recogida en la zona V desde el 31 de octubre -El calor y la luz solar favorecen su proliferación

Mariscadoras de a pie en la ría. // Gustavo Santos

Una nueva aparición de la biotoxina lipofílica mantiene cerrada la zona de marisqueo a pie. Ante las muestras analizadas en los últimos días que preveían la llegada de la "marea roja", el 31 de octubre, la asistencia técnica de las cofradías de Pontevedra, Raxó y Lourizán pactaron con Intecmar la clausura de la zona V de recogida de moluscos infaunales, a excepción de la navaja y el longueirón. De haber tramitado la baja de la Seguridad Social en noviembre, los marisqueros no podrían haber cobrado lo correspondiente a este mes y tendrían que haber esperado hasta diciembre.

De este modo, las más de 400 personas que marisquean habitualmente a pie en los bancos de Lourido, A Seca y Placeres están pendientes de la desaparición de la biotoxina. A ellos se le unen otro centenar de trabajadores que faenan en zonas de profundidad y tendrán que desplazarse a otros sectores.

Condiciones propicias

Desde las cofradías señalan que la sustancia lipofílica suele bajar su concentración en el agua en un período de entre dos y tres semanas, pero teniendo en cuenta las actuales condiciones meteorológicas de calor y luz solar favorecen la proliferación del vegetal, el alga unicecular que produce las toxinas.

Por tanto, las cofradías prefieren no aventurarse y poner una fecha para la reapertura del sector. Pese a que la aparición de esta marea roja es habitual en las actuales fechas, este año ya se han dado casos de cierres más largos de lo habitual, llegando incluso a los tres meses. Aunque las mismas fuentes señalan que "sería muy raro" que la ría no estuviese disponible para mariscar de cara a la campaña de Navidad.

La toxina diarreica está actualemente en una fase de ascenso, según señala el asistente técnico de las Cofradías. Una vez ésta se estabilice, iniciará su proceso de descenso, en el cual los moluscos comienzan a expulsar la toxina retenida durante los períodos anteriores.

En un principio, los análisis realizados en las zona IV, también ubicada en el interior de la Ría de Pontevedra, no vaticinan la aparición de la toxina lipofílica en un sector basado en el marisqueo a flote.

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