Ni la administración educativa ni la judicial revelan estos casos por razones obvias: se trata de menores de edad y la publicidad puede causar un daño mayor a la víctima. Sin embargo, docentes consultados por FARO aseguran que "en todos los centros hay casos". El acoso sobre algún compañero, sea en mayor o menor medida, con simples insultos, desprecios o burlas, hasta los casos más extremos de violencia, está en el día a día de casi todas las aulas. En muchas ocasiones es difícil detectarlo -explican los docentes- porque las víctimas lo ocultan y los acosadores se las ingenian para que sus acciones pasen desapercibidas.