En junio de 2013 entraba en servicio el nuevo trazado del Eje Atlántico entre Pontevedra y Arcade, una doble vía paralela al recorrido anterior que atraviesa los núcleos de Pontesampaio, Vilaboa y Salcedo entre el río Verdugo y la estación pontevedresa. Nuevos viaductos y túneles y un itinerario totalmente renovado de diez kilómetros dejó desde entonces abandonado y sin uso el viejo trazado ferroviario convencional, sin que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) haya tomado decisión alguna sobre su futuro pese a las constantes demandas para que se convierta en una "vía verde".

En estos tres años de desatención, no se han levantado los raíles, al menos en la mayor parte de esos diez kilómetros, pero tampoco se ha procedido a un mínimo mantenimiento. De este modo, el recorrido se ha convertido en un paisaje dominado por la maleza, las ratas y culebras, el óxido y el total abandono, lo que genera quejas de los vecinos y, sobre todos, de los colectivos de tres municipios -Pontevedra, Vilaboa y Soutomaior-, que reclaman desde hace años su reutilización.

El problema se repite en otros trazados en desuso a causa del Eje Atlántico, como entre Vigo y Chapela (Redondela), y hasta hace unas semanas entre Vilagarcía y Caldas. Sin embargo, en este último tramo Adif ha accedido a desafectar del uso ferroviario ese recorrido, lo que abre la puerta a su conversión en una "vía verde" por parte de los concellos. Pero entre Pontevedra y Arcade, este organismo se resiste a tomar esa medida con la excusa de que el trazado podría reaprovecharse en el futuro para el tráfico de mercancías. Pero un reaprovechamiento para esos usos requeriría de una importante inversión, dato el mal estado actual de las vías y a que en algunos tramos directamente no existen. Es el caso del puente del tren sobre el Verdugo, en Pontesampaio, sin continuidad, y del sector más próximo a la estación de Pontevedra, donde tampoco existen raíles.

La negativa a desafectar el tramo Pontevedra-Arcade pese a su total abandono se une a la decisión de Adif de no ceder tampoco el puente en desuso sobre el río Lérez en Monte Porreiro, donde estaba previsto hacer un sendero de conexión con el monasterio de San Benito. Pese a que esa entrega estaba pactada desde hace meses, junto con las nuevas plataformas de los falsos túneles del Eje Atlántico en el casco urbano, finalmente el Administrador se echó atrás y excluyó de la cesión el citado viaducto, también abandonado desde hace meses y con las vías retiradas. El Concello recibió con "sorpresa" esa rectificación y desconoce las razones del cambio de criterio de Adif.

Acuerdo unánime

El último pleno municipal de Pontevedra aprobó por unanimidad una propuesta del BNG para reclamar la "vía verde". Incluso el PP, con ciertas reticencias, defiende esa posibilidad después de tres años de abandono del trazado y ante el clamor social al respecto. En varias ocasiones se han celebrado marchas reivindicativas con la demanda de reconvertir el recorrido ferroviario en un sendero para ciclistas y peatones, una petición que el Concello de Pontevedra plantea desde el verano de 2014.

La última de estas marchas se desarrolló el pasado 9 de octubre, cuando varios colectivos recorrieron la distancia entre Pontevedra y Vigo para reclamar una vía verde que una "las dos ciudades más importantes de la provincia". Pedaladas, A Golpe de Pedal, Arousa en Bici, Asociación de Veciños de Chapela y Asociación Salinas do Ulló pidieron a los concellos de Pontevedra, Vilaboa, Soutomaior, Redondela y Vigo, a la Diputación de Pontevedra, a la Xunta de Galicia, a Adif y a los ministerios de Fomento y Medio Ambiente que apuesten por este trayecto ecológico entre Pontevedra y Vigo aprovechando las antiguas vías del tren, actualmente en desuso.

La asociación pontevedresa Pedaladas realizó la ruta en bicicleta de montaña con paradas en Arcade, Redondela y Chapela. Este es uno de los colectivos más activos en esta demanda, que justifica en la peligrosidad de la carretera N-550. Argumenta que la "vía verde" serviría de alternativa a los ciclistas para llegar a Redondela. La propuesta del BNG hace referencia también a la posibilidad de conectar espacios naturales como el río de Os Gafos, las salinas de Vilaboa o la Illa de Medal, e incluso los paseos marítimos de Arcade y Pontesampaio, dando al trazado ferroviario una utilidad de ocio, deportiva y turística. Además del Concello de Pontevedra, asociaciones vecinales y deportivas de los ayuntamientos de Vilaboa, Pontevedra y Soutomaior defienden también la creación de este sendero peatonal.

Carta de ciclistas

Hace unos días Pedaladas y el resto de colectivos enviaban a los alcaldes de los concellos implicados en esta vía unas cartas explicándoles la filosofía de esta iniciativa. "Los problemas actuales y crecientes de contaminación urbana, embotellamientos, ruido, ocupación del espacio, seguridad viaria y sedentarismo, que fomenta la promoción del uso del transporte privado para los desplazamientos de proximidad, pueden y deben ser corregidos con un cambio de modelo que dé prioridad a peatones, ciclistas y transporte público, como indican las propias directrices europeas de movilidad", explica el colectivo en la misiva.

Por todo ello, las asociaciones piden el compromiso de las instituciones con un nuevo modelo de movilidad "centrado en el peatón, la bicicleta y el transporte público, con la implantación física de medidas de mejora de estos modos de desplazamiento". Respecto a la vía, consideran que servía de vertebración y recuperación de la movilidad local, así como un motor de turismo sostenible y reactivador económico del rural.