El Gobierno central mantiene desde hace tres años la imposibilidad, al menos por el momento, de desafectar el tramo de la antigua vía férrea entre Arcade y Pontevedra para convertirlo en una "vía verde" con el argumento de "mantener el antiguo tramo afecto al dominio público ferroviario en previsión de su necesidad para garantizar la continuidad de los tráficos de mercancías ante el futuro cambio de ancho del Eje Atlántico".

La excusa es la misma utilizada desde 2013: la posible utilización de este ramal para los transportes de mercancías una vez que llegue la hora de sustituir el denominado ancho ibérico por el europeo en el año 2018. De esta forma, los transportes de mercancías no ocuparían las vías de alta velocidad y en el caso de este ramal se considera fundamental para dar salida a los tráficos ferroviarios procedentes del puerto de Marín. Sin embargo, ese argumento no se aplica para la conexión de Vilagarcía, por ejemplo.

En las respuestas que realiza al respecto el Ministerio de Fomento cada vez que se solicita información al respecto, se indica que "está implicado en la puesta en marcha de actuaciones que propicien el desarrollo, social, cultural y económico de los municipios y Adif dispone de un procedimiento reglado para la puesta en marcha de iniciativas de recuperación de líneas cerradas para transformarlas en vías verdes".

Dentro de esos procesos se barajó en su día la posible entrega de los puentes sobre el Lérez y el Verdugo, pero ambos casos quedaron en suspenso. Sí se cedieron al Concello los falsos túneles sobre la línea del AVE en Médico Ballina, A Seca y Doce de Novembro por un espacio de 75 años. El objetivo es convertir esos espacios en lugares públicos. En Médico Ballina ya se trabaja en la creación de un parque infantil y de ocio, mientras que en Doce de Novembro se piensa en instalaciones deportivas y un skate park, si bien hasta el momento no han fructificado estos proyectos.