El gobierno local trabaja ya en el posible calendario de ejecución de la veintena de "líneas de actuación" que serán financiadas con los 10 millones de euros otorgados hace menos de un mes por los fondos Feder de la Unión Europea dentro del programa DUSI de "Máis Modelo Pontevedra". A esa cifra se deben añadir 2,5 millones más que aporta el Concello, lo que suma 12,5 que se recibirán hasta el año 2020, y se pueden emplear hasta 2022, si bien el Concello pretende completar todo el proceso en 2019, justo al final del actual mandato municipal.
Aunque la candidatura que se formuló en enero pasado solicitaba unas ayudas de 15 millones (más tres municipales) y la concesión final es de diez, el gobierno local pretende llevar a cabo la programación completa, bien unificando proyectos o bien reduciendo el presupuesto en alguno de ellos. Administración electrónica, dinamización comercial o planes de igualdad son algunas de las "líneas de trabajo", pero la prioridad del Concello es la extensión de su modelo urbano a diversos barrios de la ciudad y, sobre todo, a determinadas parroquias como Tomeza, Marcón, Salcedo o Lourizán. Es por ello que al menos el 25% de todos los fondos se reservan para actuaciones de prioridad peatonal, movilidad alternativa y transporte colectivo a demanda.
Sobre todo en las parroquias
La programación de actuaciones original otorgaba, de este modo, 2,3 millones a los "planes parroquiales de adaptación modal de caminos, vías, pistas y plazas como vías de coexistencia para la movilidad peatonal, ciclista y a motor". Otros 400.000 euros se reservaban para los "camiños escolares" en la periferia del casco urbano. En este sentido, el Concello acaba de presentar tres actuaciones inmediatas en los colegios de Salcedo, Lérez y Lourizán.
El programa DUSI también proponía destinar 300.000 euros a la creación de una "red viaria peatonal interparroquial" en el entorno de la ciudad, así como 1,4 millones más para "la revitalización y valorización urbana de núcleos de centralidad de parroquias en la primera corona periférica de la ciudad", es decir, habilitar zonas rurales como eje de cada parroquia. Por último, en este misma materia, se apostó por "implantar un modelo de transporte colectivo a demanda mediante vehículos de baja capacidad", concretamente taxis. Se cifra esta idea en 300.000 euros si bien su aplicación efectiva parece más compleja.
Todas estas propuestas sumaban de inicio 4,7 millones (el 26% de los fondos solicitados) pero con la rebaja de las ayudas habrá que reajustar las cuantías, si bien se da por hecho que no se bajará de los 3,2 millones de euros.
Este volumen de ayudas europeas, otorgado el pasado 3 de octubre es el más importante que obtiene la ciudad desde que en marzo de 1998, hace casi dos décadas logró una aportación parecida del Plan Urban, que sirvió de arranque para recuperar el centro histórico y fue el germen del modelo urbano de peatonalizaciones y restricciones del tráfico rodado aplicado desde 1999 por el BNG. Las obras pueden ejecutarse hasta diciembre de 2022.
La estrategia, basada en los ejes de "ciudad inteligente, sostenible e integradora", está definido desde hace un año, con las prioridades de actuar en el norte del casco viejo, el entorno del Mercado y del río y el barrio de O Burgo; las parroquias de Salcedo, Lourizán, Tomeza y Marcón, al sur del casco urbano; y el río de Os Gafos.