José Antonio Frutos Ayala, el autor confeso del conocido como crimen del congelador de Ponteareas, volvió a reconocer los hechos hoy, durante la primera sesión del juicio que se celebra en la Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra. Frutos Ayala, de nacionalidad paraguaya, reconoció los hechos que le imputa el fiscal asegurando que acudió al domicilio de la víctima el venezolano José Jesús Isasi, y mantuvieron una discusión tras la cual le dio muerte.

Reconoció a preguntas del fiscal que golpeó a la víctima con un objeto contundente aunque matizó que incialmente "le dí un empujón y él cayó y se golpeó cabeza contra el borde de una cama". Luego admite que continuó golpeándolo con un objeto contundente, según el fiscal una plancha, porque "para mí ya estaba muerto" y para que no sufriera. Reconoció también a preguntas del Ministerio Público que luego intentó ocultar el cuerpo en un arcón congelador, para lo cual tuvo que descuartizar el cadáver.

El cuerpo fue descubierto en el arcón congelador el 11 de junio de 2014 y seis meses después José Antonio Frutos se entregó a la Guardia Civil tras permanecer huido en Portugal y realizó ante los agentes su primera confesión de los hechos.

Declaró asimismo el empresario ponteareano David P. acusado de encubrir el crimen y quien también reconoció que el acusado le llamó para confesarle que había dado muerte a José Jesús Isasi y que él le facilitó un vehículo a José Antonio Frutos para poder huir a Portugal.

El reconocimiento de los hechos por parte de los acusados permitirá reducir la duración del juicio para el que estaban reservados cinco días en la Audiencia de Pontevedra. El propio fiscal explicó que, ante el reconocimiento de los hechos, en otro tipo de procedimiento distinto al del jurado popular (así como en cualquier sumario) el proceso se podría haber resuelto con un acuerdo de conformidad entre las partes. No obstante, la ley impide las conformidades en los sumarios y en los procedimientos de jurado cuando la posible pena a imponer exceda los seis años, como es el caso.

En el caso del tribunal popular, es ineludible que el jurado emita un veredicto, y para ello será necesario que se exponga un mínimo de prueba aunque se reducirá sensiblemente el número de testigos que comparezcan debido al reconocimiento de los hechos por parte de los acusados.

El fiscal explicó que habrá que esperar a ver como transcurre el juicio, pero abrió la puerta a una posible rebaja de la pena del delito de asesinato (por el que ahora pide 16 años) a uno de homicidio (con penas de diez a quince años) en función de lo declarado por el acusado, que reconoció los hechos en la forma antes relatada, y la aportación de testigos y peritos.