La Asociación Pola Defensa da Ría de Pontevedra (APDR) mostró ayer sus dudas de que el pacto ambiental entre Ence y la Xunta merezca ese apellido ya que "todos los aspectos que pudieran ser ambientales, como la reducción del impacto visual, del consumo de agua o de los olores son inversiones previstas con anterioridad y aparejadas a la prórroga de la concesión".

Por tanto, para el colectivo ecologista ese acuerdo es únicamente un "lavado de imagen" de la empresa y un "seguro que garantiza a Ence su continuidad en Lourizán sin contraprestaciones ambientales. Ence condiciona las inversiones del mal llamado pacto ambiental a que no se pongan en cuestión en cuestión, ni por la vía administrativa ni por la judicial, los títulos concesionales ni las licencias, permisos o autorizaciones necesarias para futuras actuaciones en la fábrica de Lourizán".